La empresa inmobiliaria del expresidente estadounidense Donald Trump está acusada de maquinar para defraudar a las autoridades fiscales pagando los gastos personales de los ejecutivos sin declarar los ingresos y pagando bonificaciones a los ejecutivos como si fueran contratistas independientes.
El propio Trump no ha sido acusado en el caso, que se desarrolla en el tribunal estatal de Nueva York, en Manhattan.
La Organización Trump se ha declarado inocente y ha dicho que el que fue su director financiero durante muchos años, Allen Weisselberg, llevó a cabo el plan para beneficiarse a sí mismo.
Antes de que los miembros del jurado comenzaran las deliberaciones el lunes, el juez Juan Merchan les instruyó en que la ley responsabiliza a las empresas de los actos delictivos cometidos por sus ejecutivos siempre y cuando esos actos no se hayan realizado únicamente en beneficio personal de los mismos.
El martes por la mañana, el jurado envió a Merchan una nota en la que le pedían que releyera sus instrucciones sobre los tres cargos a los que se enfrenta la Organización Trump por falsificar registros empresariales.
El lunes, le pidieron que reiterara sus instrucciones sobre un cargo de conspiración.
Weisselberg, de 75 años, se declaró culpable en agosto como parte de un acuerdo con los fiscales que prevé que sea condenado a cinco meses de cárcel. Fue el testigo estrella del Gobierno en el juicio, que comenzó con la selección del jurado el 24 de octubre.
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