Cinco meses han pasado desde el día en que Justinian Jessup aterrizó en el Casademont Zaragoza. Un escolta 2,01 metros de estatura y 92 kilogramos, nacido el 23 de mayo de 1998 en Longmont, Colorado.
Llegaba al Casademont por su altura, su buen manejo de balón y con la habilidad necesaria para cumplir una función de generador de juego complementario. Destacaba por su tiro externo, donde en sus últimas tres campañas en la NCAA encestó 6,8 triples por partido, anotando un 41,9% de ellos. Pero además, era efectivo en drible y movimiento, tenía un acierto del 96% en tiro libre y un buen promedio de robos y rebotes.
“Puede encajar bien en nuestra liga. Es un 3-2 de corte ofensivo, con buen tiro de larga y media distancia y que cada vez empieza a hacer más cosas con el balón”, decía en su momento Toni Muedra, director técnico de Casademont, pero lo que no se imaginaba es que Jessup se iba a convertir en el jugador que les diese la primera victoria del año.
Ha sido en la jornada 7 de la Liga Endesa y nada más y nada menos que contra el Real Madrid. Sumó 28 puntos en 30 minutos y 3 segundos sobre el parqué. Encestó 6 de los 7 tiros libres que tiró, 5 lanzamientos de 9 desde la línea de dos puntos y 4 de los 8 triples. Sumó 2 recuperaciones, 3 asistencias y sacó 4 faltas.
Se convirtió en el héroe de la primera victoria del Casademont Zaragoza y el hombre que provocó que el Real Madrid volviera a atragantarse. No destacó en su primera intervención, pero se lució en el segundo acto con tres triples, 11 puntos y 12 de valoración.
Después de pasar por el túnel de vestuarios anotó 5 puntos en tres minutos, sin fallar ningún intento, y cerró su exhibición con otros ocho. Firmó topes personales en puntos, triples, rebotes y valoración y mandó un mensaje positivo a su afición, que aún sueña con subir puestos.
Tras los destellos de calidad ante el Baskonia (14) y Obradoiro (13), Justinian Jessup eclipsó al Madrid y con 24 años se estrena como MVP de la Liga Endesa.