Dos grandes de calcio están en crisis…
La Juventus Turín cayó 0-2 ante el Monza, encuentro válido por la Fecha 20 de la Serie A de Italia, celebrado este domingo en Juventus Stadium; mientras, AC Milan también sucumbió en casa 2-5 frente al Sassuolo.
Tras una paupérrima primera parte que luego no pudo solventar, pese al buen hacer en el segundo tiempo, Juventus no ve la luz al final del túnel luego de la sanción de 15 puntos que ha condicionado toda la presente temporada y, casi seguro, la que viene.
La Vecchia Signora está más cerca del descenso que de los puestos de Liga de Campeones. La sanción, lejos de provocar la reacción deportiva, parece ha mermado a los jugadores, que sucumbieron ante el recién ascendido Monza en un primer tiempo para el olvido en el que no pudieron frenar las buenas acometidas de los visitantes.
Y es que fue un vendaval el Monza de Palladino en el Juventus Stadium. Avisó en el minuto 10 con un tanto que el VAR anuló por fuera de juego. Parecía que se salvaba la ‘Juve’ de empezar ya a remolque, pero escasos siete minutos después encajó el primero de la tarde gracias a la asistencia de Machin para Ciurria a la espalda de Kostic, que perdió a su marca y no cerró bien permitiendo el primer tanto.
Continuó el monólogo de los visitantes, que sofocaron cualquier intento de los turineses, muy imprecisos en la circulación y faltos de opciones, de acercarse al área y consiguieron aumentar su rédito con un golpe justo antes del descanso.
Un gol que puso en ridículo el entramado defensivo blanquinegro que, sin quitar mérito a la conducción de Carlos Augusto, fue incapaz de parar al carrilero zurdo desde el centro del campo hasta la frontal del área, desde la que filtró un pase preciso a Dany Mota que le dejó en un mano a mano contra Szczesny y que el italiano solventó con un regate sobre el meta polaco.
Colocó nuevas piezas en el tablero Allegri. Dio entrada a Vlahovic para cargar el área con Milik y quitó a Paredes del centro del campo para dar entrada a Locatelli. Cambió radicalmente el Juventus desde el inicio del segundo acto. Cogió las riendas del partido, sometió a su rival con posesiones inteligentes, útiles, y con ocasiones muy peligrosas que fueron mandando al limbo una tras otra.
La más clara en botas de Milik, que consiguió rematar desde el suelo sin portero y, cuando el balón iba dirección puerta, apareció Bremer para introducirlo en posición antirreglamentaria, por lo que la reacción del conjunto ‘bianconero’ quedó en nada.
Volvió a confiar Allegri en los más jóvenes. Soule e Iling Junior saltaron para encontrar más desborde en el último tercio. Salió bien el plan del técnico italiano en ese aspecto, que siempre que ha depositado confianza en los canteranos han respondido con creces. No fue suficiente, sin embargo, para abrir si quiera el marcador propio.
Se complica, más todavía, la remontada de una ‘Juve’ que se queda décimotercera en la tabla con 23 puntos, a diecisiete de los puestos ‘Champions’ y que pierde la posición con el Monza, que se coloca undécimo.
Los rossoneros están en el tobogán
Son seis partidos seguidos los que el Milan lleva sin ganar. El actual campeón del ‘Scudetto’ no es ni una sombra de lo que fue la temporada pasada, y el partido de este domingo ante el Sassuolo (2-5), un equipo que coquetea con el descenso y que abochornó a los ‘rossoneri’, fue una seña más de la urgencia del club milanista, en caída libre desde que comenzara el presente año.
Era imposible predecir cómo iba a afectar el parón por el Mundial a los equipos, pero también era complicado pensar que iba a traer consigo esta versión del Milan de Pioli, que hace menos de un año se coronó campeón de Italia.
Otra vez superado en ataque y defensa por su rival, como ya le pasara ante el Lazio (4-0), ante el Inter (0-3) y ante el Torino (0-1), que le apeó de Coppa Italia. Y eso que el esquema y las piezas son las mismas, o casi iguales. La diferencia radica en el nivel individual de cada una de ellas.
Ni Kalulu, ni Tomori, ni Theo, ni Tonali, ni Bennacer, ni Leao (hoy suplente) están al nivel del año pasado. Mención aparte merece el tema de la portería, que nota más que nunca la falta de Maignan. Y cuando la columna vertebral falla, el resto no se sostiene. El Milan es un equipo que transita mal en defensa, que no es sólido en carril central y que deja espacio por los laterales. En ataque, sin Leao al 100%, Giroud no es suficiente. De Ketelaere y Brahim se alternan sin peso en la ofensiva.
Son demasiadas cosas como para mantenerse en una lucha por revalidar título que se antoja ya imposible tras la goleada de un Sassuolo que supo aprovechar las debilidades y que se aleja del descenso.
En 20 minutos ya iba mandando el conjunto visitante en el marcador con dos goles de ventaja. En San Siro. Con una versión de Berardi que esta vez si recordó a la de la pasada temporada, esa que tanto han echado de menos los ‘neroverdi’, que perdieron a su mejor jugador por lesión a principios de temporada.
Primero Defrel y luego Frattesi evidenciaron los problemas defensivos de un Milan que no llega a las ayudas en transiciones, que repliega con muchos problemas y que no es capaz de ser contundente en área propia.
Giroud recortó distancia a los pocos minutos, en el 25, en lo que se presentó como la reacción milanista en su casa. Un espejismo. Berardi hizo el tercero a la media hora de partido. Los jugadores buscaron una solución en silencio, conscientes de que las opciones de pugnar por el ‘Scudetto’ se esfumaron con ese tanto y que Lazio y Roma aprietan por la plaza ‘Champions’.
Movió el banquillo Pioli en el descanso y dio entrada a Leao por un De Ketelaere que de nuevo volvió a ser intrascendente en la zona de tres cuartos. Comenzaba un nuevo partido en la segunda mitad para el Milan en busca del milagro, pero las esperanzas, si es que quedaban, se esfumaron en la primera jugada cuando Calabria cometió penalti sobre Laurentiè que este mismo convirtió para el 1-4.
El partido transitó entonces entre los vagos e ineficaces intentos de un desdibujado Milan de darle la vuelta al marcador y las ocasiones de un cómodo Sassuolo a la contra en busca de una ‘manita’ que llegó en el minuto 79 en las botas de Matheus Henrique, ahondando en la herida abierta de este Milan que se desangra y que no encuentra solución a ninguno de sus problemas.
No encajaba el Milan cinco goles en San Siro desde 1997. El bochorno provocó que parte de la afición abandonara el estadio en ese momento. La mayoría aguantó para apoyar a los suyos al final del choque, colaborando en el momento más complicado de la etapa Pioli.
Milan llevaba 26 años sin recibir 5 goles en un partido de Serie A 🇮🇹 como local. La última vez había sido el 6 de abril de 1997, cuando terminó 1-6 vs. Juventus. Hoy perdió 2-5 ante Sassuolo. Venía de caer 4-0 contra Lazio y 0-3 frente a Inter en Supercopa de Italia. pic.twitter.com/wp4kBHpvy3
— VarskySports (@VarskySports) January 29, 2023
Origi hizo el segundo de los suyos y se llevó el honor de marcar el mejor gol de un partido que, eso sí, todos sus aficionados intentarán borrar de la memoria, pues no supuso más que la confirmación de que el Milan no está para luchar por el ‘Scudetto‘ y que su objetivo pasa ahora a finalizar entre los cuatro primeros y asegurarse la Liga de Campeones la próxima temporada. La semana que viene espera el Inter.
(Con información de EFE)