Un juzgado de Barcelona investiga la denuncia por agresión sexual que presentó una mujer contra el jugador de Pumas de la UNAM, Dani Alves, al que acusa de hacerle tocamientos en la discoteca Sutton de la capital catalana, donde coincidieron la noche del 30 al 31 de diciembre pasado.
El titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona abrió diligencias para investigar la supuesta agresión sexual tras recibir la denuncia que la mujer presentó ante los Mossos d’Esquadra (policía autonómica de Cataluña), según informaron a la agencia EFE fuentes jurídicas.
La denunciante, que se encontraba con unos amigos de fiesta en la mencionada discoteca, mantuvo ante la policía catalana que el futbolista brasileño le hizo tocamientos por debajo de la ropa interior, sin su consentimiento.
Acompañada por sus amigos, la mujer informó de lo sucedido al personal de seguridad de la discoteca, que activó el protocolo pertinente en estos casos y avisó a la policía catalana.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de los Mossos d’Esquadra, que tomaron declaración a la mujer, aunque ésta no formalizó la denuncia por agresión sexual hasta el 2 de enero, unos días más tarde.
Poco después de que la mujer denunciara haber sufrido una agresión sexual, Dani Alves regresó a México para incorporarse al equipo en el que milita, los Pumas.
El pasado 6 de enero, el jugador negó la veracidad de las acusaciones en su contra durante una entrevista con un programa de televisión español.
“Me gustaría desmentir todo. Yo estuve ahí, en ese sitio, con más gente, disfrutando. Todo mundo sabe que me encanta bailar. Disfrutando, pero sin invadir el espacio de los demás y cuando eliges ir al baño no preguntas quién está en el baño para ir al baño”, dijo.
El exjugador del Barcelona afirmó que no conoce a la mujer que lo denunció: “Lo siento mucho, pero no sé quién es esa señorita, no sé quién es, no la he visto nunca en mi vida. Todos estos años nunca he invadido el espacio de alguien, menos sin autorización, como lo voy a hacer con una mujer o una chica, por dios, no. Ya basta porque hacen daño, sobre todo a mi gente, a los míos, porque saben quién soy”.
(Con información de EFE y Aristegui Noticias)
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