Kamala Harris, este viernes en una reunión con legisladores sobre derechos reproductivos en la Casa Blanca.Yuri Gripas / POOL (EFE)
Haciendo gala de una autocrítica infrecuente entre políticos y mandatarios, Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, ha lamentado que los estadounidenses -y los demócratas incluidos- dieran por sentado el derecho al aborto. Harris se ha pronunciado en una entrevista en CBS News, que se emitirá este domingo, sobre la derogación de la doctrina Roe contra Wade por parte del Tribunal Supremo, hace dos semanas, y sobre los pasos que la Administración que lidera pretende dar para corregir el impacto del fallo. La entrevista se emitirá este domingo.
Abundando en la autocrítica, Harris ha señalado que los demócratas no codificaron la doctrina Roe en el pasado porque “creían firmemente” que el problema estaba “resuelto”, según recoge el portal informativo Axios en un adelanto de la entrevista. “Creo, para ser muy honesta con usted [el entrevistador]… la verdad es que creíamos que ciertos temas ya estaban resueltos”, respondió, al preguntársele si creía que los demócratas no protegieron adecuadamente el acceso al aborto legal mediante la promulgación de una ley.
Tras admitir que su partido se equivocó, o cuando menos pecó de exceso de confianza al respecto, Harris lamentó la involución que a su juicio supone la decisión del Supremo. “Por eso creo que estamos viviendo, por desgracia, tiempos realmente inestables”. No obstante, apuntó que el Congreso aún puede actuar para proteger el derecho al aborto: “Necesitamos que el Congreso actúe porque esa rama del Gobierno es la que realmente codifica… los derechos que, nuevamente, dimos por hechos, pero claramente han sido arrebatados a las mujeres de EE UU”.
Las declaraciones de Kamala Harris se producen a continuación de la firma, este viernes, por parte del presidente Joe Biden de un decreto para “salvaguardar el acceso a los servicios de salud reproductiva, incluidos el aborto y la anticoncepción, y proteger la privacidad y la seguridad de las pacientes y de las clínicas”. A la firma de la orden ejecutiva asistieron Harris y el secretario de Salud y Recursos Humanos, Xavier Becerra, a quien corresponderá desarrollar la orden de Biden, demasiado inconcreta según activistas y ONG. El presidente también pidió a las mujeres que voten “en gran número” en las elecciones de medio mandato de noviembre, como “la vía más rápida” para frenar la deriva conservadora del Supremo.
La Cámara votará sobre la legislación para proteger el derecho al aborto la próxima semana, cuando el Congreso reanude sus sesiones y tramite el proyecto de ley de Protección de la Salud de la Mujer, que codificaría Roe y que, pese a haber sido aprobado por la Cámara baja el año pasado, fue bloqueado en el Senado. En la Cámara alta puede tropezar de nuevo en la misma piedra: la obstrucción legislativa conocida como filibusterismo, por lo que son cada vez más las voces demócratas -incluida la de Biden- que desearían modificar el reglamento para salvar la obligada mayoría de 60 votos (de un total de 100) precisa a la hora de aprobar una ley.
Destituido por burlarse de Jill Biden
Según el portal Axios y el diario USA Today, el que primero dio la noticia, el Ejército ha suspendido a un oficial retirado por presuntamente burlarse de un comentario de la esposa del presidente, Jill Biden, a favor del aborto. El teniente general retirado Gary Volesky, exportavoz de las Fuerzas Armadas y en la actualidad asesor de formación, respondió en la red social a un tuit de Biden que decía que los derechos de las mujeres habían sido robados en la decisión de la Corte Suprema de anular Roe contra Wade. “Durante casi 50 años [desde 1973, cuando se adoptó Roe], las mujeres hemos tenido derecho a tomar nuestras propias decisiones sobre nuestros cuerpos. Hoy, ese derecho nos fue robado”, tuiteó Jill Biden. “Me alegra ver que finalmente sabes lo que es una mujer”, respondió en Twitter Volesky, en una supuesta alusión al apoyo de la Casa Blanca de Biden a las personas trans.
Volesky, que estuvo a cargo de la 101ª División Aerotransportada del Ejército, firmó un contrato después de jubilarse para asesorar a los oficiales en activo, tarea por la que cobraba 90 dólares la hora. En declaraciones a USA Today, una portavoz del Ejército confirmó la suspensión de Volesky y la apertura de una investigación al respecto. El diario califica de “falta de decoro” la respuesta de Volesky, mientras el portal recuerda que es un desliz inhabitual que entra de lleno en la política, de la que el Pentágono se mantiene tradicionalmente alejado.
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