El 13 de junio de 1989, hace hoy exactamente 31 años, uno de los grandes mitos del baloncesto mundial, Kareem Abdul-Jabbar, disputaba su último partido en la NBA, a los 42 años de edad, dejando atrás todo un rosario de récords y logros deportivos que le coronaban como el, posiblemente, mejor pívot de todos los tiempos.
Era el cuarto partido de la final de la NBA, los Lakers, su equipo, perderían ese encuentro (96-100) y la serie (4-0 ante los Detroit
Pistons. A un minuto y 37 segundos del final, ya con todo sentenciado, el mítico 33 caminaba hacia el banquillo y salía de la cancha para no volver nunca más. La ovación del público fue antológica.
Abdul-Jabbar dejaba las canchas como el máximo anotador de todos los tiempos (38.387 puntos) y también con los récords en tapones, rebotes defensivos y partidos disputados. También tenía la mejor marca de más galardones de MVP de la temporada (seis), el de más All Star Game (19) disputados… La lista es interminable
Abdul-Jabbar nació en 1947 en Harlem, en Nueva York, con el nombre de Ferdinand Lewis Alcindor. Siempre fue muy alto, con 14 años ya estaba en 2,03 metros. Dominó el baloncesto escolar de Nueva York y con su instituto consiguió tres campeonatos consecutivos. De ahí atravesó todo el país y fue reclutado por la universidad de UCLA, donde el entrenador era John Wooden.
Su éxito en la etapa universitaria fue total, siendo seleccionado como Jugador del Año en 1967 y logrando tres títulos de la NCAA. Su impacto fue tan brutal en el baloncesto universitario que los mates fueron prohibidos a partir de 1967 para contrarrestar en cierta medida su facilidad para anotar. En ese periodo también surgió su hábito de llevar sus características gafas, las goggles, cuando durante un partido sufrió una lesión en la córnea izquierda.
Dio el salto a la NBA como número uno del ‘draft’ de la mano de Milwaukee Bucks y tuvo un impacto estelar, siendo nombrado ‘rookie’ del año. Con la inclusión en el equipo de Oscar Robertson, gran estrella de la competición en el apogeo de su carrera, los Bucks se dispararon y lograron una marca de 66 victorias en la temporada 1970-71. Alcindor ganó su primer premio de MVP de la temporada, su primer título de máximo anotador con 31,7 puntos por partido y además se proclamó campeón de la NBA, siendo nombrado MVP de las finales, es decir, en plan dominador total.
Decidió convertirse al Islam y adoptar el nombre de Kareem Abdul-Jabbar, que significa noble y poderoso sirviente. En 1975 fue traspasado a Los Angeles Lakers, donde sumó su quinto MVP de la temporada en ocho años. La llegada de Earving ‘Magic’ Johnson al equipo marcó el inicio de una década prodigiosa. Nacía el ‘Showtime’ de los Lakers, que alcanzaron las Finales de la NBA ocho veces entre las temporadas 1979-80 y 1988-89, ganando cinco títulos de campeón.
Abdul-Jabbar protagonizó una de las páginas más memorables de la NBA en 1985 cuando con 38 años de edad fue capaz ser elegido mejor jugador (MVP) de la final que los Lakers ganaron a los Celtics. Un año antes, el 5 de abril de 1984, en un partido contra Utah, Abdul-Jabbar anotó cónsul mítico ‘sky-hook’ (su gancho del cielo) su punto número 31.420 en su carrera, lo que le permitía superar a Wilt
Chamberlain como el máximo anotador de todos los tiempos en la NBA.
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