En medio de rumores sobre una petición de movimientos por parte de Luka Doncic, los Dallas Mavericks siguen sin encontrar una fórmula para ganar con las piezas que tienen ahora mismo. Los Angeles Clippers incidieron en la herida con una victoria por 98-112 en Texas, su segundo triunfo consecutivo contra los pupilos de Jason Kidd en los últimos diez días. De aquí a dos semanas, el 9 de febrero, los Mavs se enfrentan al primer vistazo del abismo que representaría perder a su gallina de los huevos de oro. Si no consiguen cambios en la plantilla para contentar al esloveno, demasiado solo en su voluntad de competir contra la élite, colocaran la primera piedra de un posible divorcio.
Complicado lo tienen visto el nivel del mago de Liubliana y el del resto del equipo. Uno va exhibición tras exhibición, mientras que el resto asiste a la obra sin poder aprovechar su asiento en primera fila. Kawhi Leonard, otro astro único, hurgó en la herida con una sublime actuación de 30 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias (10-18 TC, 3-4 3P). Él sí está bien acompañado: Paul George, con 21 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, lo dejó bien claro. Podría ser un primera espada, pero está contento de segundo de la Garra.
Dallas controló el encuentro hasta el descanso (54-49) después de llegar a ganar por dobles dígitos. En el tercero mantuvieron el pulso y ambos equipos llegaron empatados a 79 al cuarto definitivo. Allí sacaron todas sus armas los Clippers y encallaron los Mavs, superados por un 19-33 de parcial en los 12 minutos finales. Doncic, airado, cosechó su décima técnica de la temporada en un encuentro terrenal para lo que acostumbra. La acumulación de faltas le sacó de quicio y no le permitió desarrollar su mejor juego. Sus 29 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias (9-21 TC, 3-7 3P) no bastaron, ni tampoco la buena mano de Tim Hardaway Jr., con 22 puntos, y Spencer Dinwidde, con 21. “No son tontos en el otro lado, nos vamos a encontrar muchas situaciones así y pienso que Spencer y el segundo grupo ha hecho un buen trabajo”, construyó Kidd, más conciliador después de criticar duramente la defensa del equipo la jornada anterior.
Los Mavs han perdido siete de sus últimos diez encuentros, cuatro de los últimos cinco. Aunque mantienen la quinta plaza del Oeste con 25 victorias y 23 derrotas, saben perfectamente que les faltan piezas para lograr su verdadero objetivo, llegar a los playoffs con opciones reales al anillo. El ambiente no está para lanzar cohetes en Dallas, y es que después del encuentro solo Hardaway quiso hablar con los periodistas. El resto se marcharon cabizbajos a casa.
Por detrás, pero ya encima suyo, aparecen unos Clippers cada vez más rodados y sólidos con el retorno del mejor Kawhi. Con un balance de 25-24, apenas lograron su primer doblete de triunfos desde finales de diciembre. La regularidad es su asignatura pendiente, peor son sextos no obstante.