La historia de Keira Walsh es de aquellas que bien podrían corresponder con un guion de película que muestre la lucha de una niña de una ciudad pequeña por alcanzar su sueño de ser futbolista en el club de su corazón. Keira nació en Rochdale el 8 de abril de 1997, a escasos 20 kilómetros de la ciudad de Manchester, donde su padre acudía asiduamente a alentar a su City a Maine Road. Esa pasión de su padre se convirtió en una obsesión para ella, tal y como relató alguna vez al ser preguntada por su infancia. Su padre poco a poco fue detectando su talento para el fútbol y pasaba horas y horas junto a ella en el parque entrenando. Por otra parte fue su madre la que la animó a embarcarse en la aventura del Manchester City. Allí Nick Cushing vio en Keira un talento innato y no dudó en apostar por ella. Fue creciendo esperando su momento hasta que, muy joven, con 17 años, debutó con el primer equipo citizen.
Keira Walsh, de pequeña, con los colores del Manchester City
Walsh posee una gran habilidad en el pase, domina el centro del campo haciéndose grande para abarcar una gran parte de terreno y tiene una lectura de juego que aporta al equipo lo necesario en cada circunstancia del partido. Llega con la vitola de MVP de la pasada final de la Eurocopa que conquistó con Inglaterra. Explicó la propia centrocampista que “mi papá siempre me decía que mirara a Sergio Busquets y Pep Guardiola, porque él era un centrocampista defensivo, me decía que los mirara. También vi a Yaya Toure, ¡pero juego un poco diferente a Yaya! Y por supuesto David Silva era mi jugador favorito. En el juego femenino, fue la centrocampista francesa Camille Abily. Una vez vi Inglaterra contra Francia y mi padre dijo: ‘Mira cómo se mueve y qué técnica tiene con el balón’.
Keira confesó en una entrevista que “tenía dos peces dorados llamados Shaun Goater y Nicolas Anelka” y que “tenía las equitaciones titular y suplente de cada temporada, cuando salían a la venta hacía ir a mi madre a las 8 de la mañana a esperar que abriesen la tienda”. La pasión skyblue le viene de su padre. “Mi abuelo era del Liverpool y, por parte de mi madre, mi tío era del Burnley. Supongo que el City era solo el equipo local para mi papá: él los eligió y comenzó a apoyarlos y todo siguió a partir de ahí”.