Ícono del sitio La Neta Neta

Kepa, Michael Oliver y el VAR


Todo iba como la seda. España ganaba 0-1 y con ello sumaría tres puntos con los que certificar matemáticamente su clasificación para la Eurocopa 2020. Tan solo quedaba el tiempo añadido, pero entonces sucedió: un balón dividido, Kepa sale a intentar desbaratar el peligro y derriba a Elabdellaoui dentro del área para que Michael Oliver señalase el punto fatídico desde el que Noruega empató.



Kepa no se lo podía creer. Otra vez un penalti. Otra vez Michael Oliver. Y protestó. Pidiendo que consultase con el linier. Pero el árbitro inglés hizo oídos sordos ante sus plegarias.

El cancerbero se quejó el viernes de que no haya videoarbitraje en la fase de clasificación

Se da la circunstancia de que Michael Oliver no es ni mucho menos un desconocido para el portero que ayer estaba de enhorabuena al haber sido titular por delante de David De Gea. Hace aproximadamente nueve meses, en un partido de semifinales de la Copa de la Liga inglesa fue el mismo Michael Oliver el que decretó lanzamiento desde el punto de penalti en otro balón dividido que Kepa intentó despejar topando con un Harry Kane que acabó por los suelos. ¿Resultado final? Gol desde los once metros, 1-0 para el Tottenham, el Chelsea eliminado, y Michael Oliver para siempre en la memoria de Kepa como un árbitro cuya decisión le frustró en un momento importante de su carrera.

Sin embargo, existe una diferencia entre el episodio comentado y lo sucedido ayer en el Ullevall Stadion de Oslo. Concretamente, una no existencia. Y es que en aquel Tottenham-Chelsea
Michael Oliver se apoyó en un VAR entonces en pruebas para señalar la pena máxima. El videoarbitraje sobre el que el propio Kepa dijo el pasado viernes en rueda de prensa que debería estar presente cuando está en juego la clasificación para una Eurocopa. ¿Habría cambiado la decisión de Michael Oliver? Nunca lo sabremos y Kepa siempre se quedará con esa duda.

Éxtasis noruego

Lo que conocemos con certeza es que la cosa acabó con un 1-1 que propició una gran fiesta en las gradas del Ullevall Stadion. El público noruego se mostró muy caliente durante todo el duelo, logrando que el frío apenas hiciese acto de presencia en un Oslo que acostumbra a ser gélido. Y tras el pitido final, celebró por todo lo alto un empate con el que mantiene viva la llama de la esperanza respecto a colarse en la Eurocopa tras casi 20 años de ausencia en los grandes torneos de selecciones.


Source link
Salir de la versión móvil