Buenas noticias para el baloncesto NBA. Esta noche vuelve a jugar Kevin Durant, y además enfundado en una nueva camiseta. La estrella de la liga debuta esta madrugada (01:00h en España) como referente de los Phoenix Suns a domicilio, contra los Charlotte Hornets. Ausente en las canchas desde hace casi dos meses, el alero empezará su andadura con la franquicia de Arizona bajo restricción de minutos.
KD lleva de baja desde el pasado 8 de enero por culpa de un esguince del ligamento interno de su rodilla derecha. Desde su llegada a Phoenix, el jugador ha podido ir incrementando la intensidad de sus entrenamientos y ha compartido ya varias sesiones completas con su nuevo grupo. Ante su inminente debut, el jugador es positivo. “Me lo estaba pasando bien antes de lesionarme, así que tengo ganas de retomarlo donde lo dejé”, comentó en la víspera de su esperado estreno.
Durant estaba en números de MVP cuando se lesionó con los Brooklyn Nets. Promedia 29,7 puntos, 6,7 rebotes y 5,3 asistencias este curso, con el mejor acierto en tiros de campo de su trayectoria profesional, un 55,9%. El jugador, en su intervención previa al debut, quiso rebajar un poco las expectativas: “No va a ser fácil. Me va a costar algo de tiempo acostumbrarme a todo, pero tengo ganas de divertirme y perderme en el juego, tengo ganas de ello”.
El curso pasado, volviendo de una lesión similar, el astro tuvo una restricción de minutos bastante ligera. Después de 20 partidos de inacción, volvió por encima de los 30 por encuentro y anotó 31 y 37 tantos en sus dos primeros partidos. En esta ocasión, KD se ha perdido 19 partidos. Asegura que ya no siente ningún tipo de dolor en la rodilla derecha.
Después de un par de entrenamientos largos en las instalaciones de los Suns, el nuevo miembro del equipo agradeció públicamente la colaboración de los tótems de la franquicia Chris Paul y Devin Booker. “Los chicos han estado genial a la hora de integrarme, con entrenamientos largos para poder entender cosas, ha sido divertido. Tengo ganas de traducir todo el trabajo sobre la pista y ver cómo podemos seguir construyendo”, comentó.
Monty Williams, técnico de un equipo con un quinteto titular tremendo, tampoco quiere volverse loco a pesar de la expectación generada. “Evidentemente, estamos entusiasmados. Mi objetivo es que pueda integrarse y entender lo que hacemos, pero también aprender a través de sus habilidades, experiencia y IQ”, decía el entrenador. “Pienso que es una gran oportunidad para crecer”, añadía.
Los Suns marchan cuartos en la Conferencia Oeste con un balance de 33 victorias y 29 derrotas, si bien ha perdido cuatro de sus últimos diez encuentros y saben que el corte del play-in no está muy lejos, con los Dallas Mavericks séptimos clasificados con un balance de 32-31.