Kyle Kuzma se desfogó como nunca a través de Twitter recientemente. El jugador de los Washington Wizards usó la conocida red social para atacar como hacía mucho que no se veía a Spencer Dinwiddie, antiguo compañero de equipo y que había dicho que su anillo fue cuestión de suerte y que su aportación fue bastante testimonial, hablando claro.
El que fuera jugador de los Lakers, de ahí su título de campeón, no se lo tomó bien y en forma de hilo, encadenó una serie de ataques hacia Dinwiddie que ciertamente alegraron la tarde a más de uno, servidor incluido.
Y es que si algo tienen los jugadores de la NBA es que dan espectáculo dentro y fuera de la pista. ¿O es que a caso alguien se imagina a Rudy Fernández, por ejemplo, haciendo algo similar? ¿O a Juan Carlos Navarro? ¿O a cualquier otra estrella del baloncesto europeo? Los norteamericanos llevan en la sangre lo de dar su opinión siempre que pueden, y si se monta un drama con ello mejor todavía.
Kevin Durant
El rey indisctubile de Twitter
Casi todos los jugadores de la NBA, estadounidenses por lo menos, tienen Twitter. Esta situación no sucede con los jugadores de la Liga Endesa en España, por ejemplo. Pero ninguno de ellos llega al nivel de Kevin Durant.
La ahora estrella de los Suns es sin duda un tipo peculiar. Es de esos jugadores que solamente quieren jugar a baloncesto, un poco acomo Kawhi Leonard. Su vida es el baloncesto: ni drogas, ni líos de faldas, ni salidas de tono. Nada. Solamente importa la naranja. Pero a diferencia del silencioso y discreto jugador de los Clippers, a Kevin Durant le va la marcha.
Nadie en la NBA puede discturle el trono twittero a Kevin Durant. Cada vez que un @KDTrey5 aparece por ahí, más de uno se está frotando las manos (o llevándoselas a la cabeza) Su último twit relacionado con el baloncesto, corto pero picante, como a él le gustan, fue una crítica a los nuevos criterios de selección para los premios individuales.
Algo ‘light’ para un jugador que tiene un variado y extenso historial de salidas de tono y polémicas. Una de las primeras y que probablemente sea la que más lo ha acompañado durante su carrera reciente gira entorno un twit suyo de 2010. En él, Durant critica que muchos jugadores quisieran irse a los Lakers en vez de intentar mejorar sus actuales equipos… algo muy similar a lo que él hizo marchándose a los Warriors y que miles de seguidores no dudaron en recordarle.
La cuenta secreta de KD
Los rumores eran más que ciertos
Críticas a periodistas, ataques a organizaciones, insultos a antiguos rivales en el instituto… Hay de todo en el ‘feed’ de Kevin Durant, pero nada comparado con lo que pasó en 2017.
Poco después de ganar el anillo con los Warriors, a Kevin Durant se le olvidó cambiar de cuenta para defenderse a sí mismo. Durant respondió en tercera persona, desde su cuenta verificada, que a Kevin Durant no le gustaba estar en los Thunder, jugar bajo las órdenes de Billy Donovan, que la plantilla no era buena y que él y Westbrook estaba solos.
El desliz confirmó lo que muchos pensaban: Kevin Durant no se conforma con liarla desde su perfil verificado sino que se desfoga con cuentas falsas. El propio jugador lo admitió pocos días después e incluso años después, en 2020, afirmó que sigue usando perfiles falsos para decir de todo por Twitter.
El tridente twitero
Mike James, Tyrese Rice y Malcolm Delaney
En Europa es raro tener algún tipo de situaciones a no ser que seas estadounidense. Debe ser cuestión de genética o cultura, pero no hay nada más peligroso que un jugador norteamericano con el móvil en la mano y tres jugadores ocupan el podio.
Difícil ordenarlos, pero no hay ningún jugador que llegue al nivel de Mike James, Malcolm Delaney y Tyrese Rice. El primero es estrella del AS Mónaco, mientras que los dos últimos están sin equipo y retirados de facto. Pero cuando jugaban, no había polémica que se les escapara. ¿Thomas Heurtel no se sube al avión con el resto del Barça? Ahí estan ellos para meter cucharada. ¿El Panathinaikos corta a Andre Andrews? Ahí están los tres para decir la suya. Quizás por eso se llevaban tan bien Mike James y Kevin Durant.