Kevin Love ganó el premio Arthur Ashe al coraje en los ESPYS 2020, un premio que la ESPN entrega cada año en los Óscar del deporte desde 1993 y que destaca la valentía de sus recipientes para hablar y defender sus creencias a pesar del coste que eso puede conllevar en sus carreras dentro y fuera del mundo del deporte.
La organización destacó la voluntad del jugador de los Cleveland Cavaliers para hablar sobre la salud mental de los deportistas a través de su ejemplo personal, una posición que desestigmatizó para el gran público esta realidad en el universo NBA. “Me siento muy honorado”, explicó Love al recibir el premio en su casa. “Acepto este premio como un honor y un reto. Un reto para continuar con mi camino e ir más lejos todavía, mantenerme abierto a hablar incluso cuando el silencio parece más seguro”.
El jugador compartió por primera vez sus problemas en 2018. Lo hizo a través de un ensayo publicado en The Players Tribune en el que compartía el ataque de pánico que sufrió durante un partido de la NBA en 2017. “Todo el mundo está pasando por algo”, se titulaba ese texto, en el que Love se abría sobre sus problemas mentales y sobre lo complicado que era gestionarlos como atleta de élite debido al estigma y el foco de atención mediático que les persigue a todos los rincones de sus vidas.
Love se une a una lista legendaria que incluye a deportistas como Billie Jean King, Muhammad Ali y Bill Russell, entre otros. Gracias a las iniciativas de Love, la NBA ha empezado también varios programas para tratar mejor la salud mental de los jugadores, un problema que según el jugador va más allá del deporte y que puede afectar a cualquier persona de cualquier edad y cualquier entorno. Para él, la prioridad es abrirse, hablar de ello y desestigmatizar los problemas mentales en nuestras sociedad.
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