Luka Doncic llegó pasado de peso al arranque de la temporada. Esto es un hecho que en Dallas tenían claro desde el primer día pero que a Doncic le costó admitir. “Es como cuando le dices algo a tus hijos, les entra por un lado y sale por el otro“, contó su entrenador Jason Kidd.
Lo cierto es que a Luka le costó bastante tiempo y bastantes críticas darse cuenta del problema. El esloveno consideraba que a pesar de todo su juego seguía siendo diferencial y que el problema con el peso no era para tanto.
Esto cambió a principios de diciembre, cuando Reggie Miller criticó en directo su forma física, tras una derrota ante los Brooklyn Nets en la que destacó que era la vez que “más pesado” había visto a Luka Doncic desde su llegada a la NBA.
Parece que esos comentarios ayudaron a Luka a ser consciente de la realidad. En lugar de provocar animadversión en el astro esloveno, lograron el efecto contrario.
Recientemente Doncic se acercó a Miller y, si bien lo le dio las gracias explícitamente, le saludó mientras asentía con la cabeza y le decía “te entendí”.
El propio Jason Kidd agradeció las palabras de Miller en su día. “Cuando alguien escucha en otro sitio el mismo mensaje, empieza a pensar que puede ser verdad. Tienes el reino a tus pies, joven, pero tienes que llegar en mejor forma física“.
No fue un verano fácil para Doncic, sin apenas tempo para descansar y recuperar tras una participación estelar en los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, Luka entendió que para estar al máximo nivel en la NBA tenía que llegar a tope.
Las palabras de Miller no cayeron en saco roto y apenas un mes después de lo ocurrido, Luka ya había demostrado estar abierto al cambio. Promedió 29.8 puntos, 9.7 rebotes y 8.9 asistencias durante los 44 partidos restantes de temporada regular, llegando a los playoffs en plena forma y llevando a Dallas hasta las Finales del Oeste.