El jugador del Real Valladolid Kiko Olivas reconoció, emocionado, al final del 2-2 ante el Athletic en San Mamés que ha sido “un día muy feliz” para él al volver a los terrenos de juego tras nueve mese de baja por una grave lesión.
“Es una alegría volver, tenía muchas ganas ya después de tanto tiempo y la verdad es que es un día feliz para mí por volver a jugar a fútbol y empate al final ayuda a que sea un poquito mejor porque estaba la cosa difícil”, dijo a los micrófonos de Movistar+. “Estoy contento, aunque lo hubiera estado más con los tres puntos, pero bueno la verdad es que hoy es un día especial para mí”, insistió.
El jugador andaluz dio su visión de un encuentro del que valoró se capaces de empatarlo al final: “No hemos sabido entrar bien al partido, nos han dominado al principio, han metido ese gol y se han asentado en el campo mejor que nosotros. Nos ha costado mucho. Luego ya casi al final de la primera parte hemos encontrado un poco más de ritmo y en la segunda ha cambiado todo”, explicó.
“En la segunda mitad hemos salido con más determinación, hemos metido el gol del empate, ha sido una pena que se nos hayan puesto otra vez por delante, pero lo hemos intentado hasta el final, hemos conseguido el empate e incluso hemos tenido alguna oportunidad de lograr la victoria pero bueno”, añadió.
Olivas incluso llegó a atisbar la posibilidad de ganar. “Al final el partido se ha vuelto un poco loco, nosotros necesitábamos la victoria pero no ha podido ser”.
Y asumió que su equipo tiene que seguir peleando para evitar un descenso del que salió con este empate: “No nos queda otra, nos estamos jugando mucho, estamos ahí metidos y tenemos que dejar todo lo que tenemos en el campo, tenemos que luchar por cada punto hasta el último minuto y hoy ha sido un punto en un campo muy difícil”.
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