En la antesala de este ‘Klassiker’ ya se encontraba en boca de todos por ser uno de los jugadores más en forma del regreso de la Bundesliga, pero este martes fue un paso más allá en dicha tarea y ejerció de factor diferencial para dejar el campeonato camino ya de las vitrinas del Bayern Múnich. Joshua Kimmich, la solvencia hecha futbolista, se vistió de ‘Kimmichinho’, abandonando por un momento su frialdad alemana para ponerle magia brasilera a la acción que valió para que los de Flick se impusieran en el desangelado Signal Iduna Park.
Fue un toque tan sutil como inesperado ante el que nada pudo hacer Bürki. Una vaselina de esas que, por su milimétrico trazo, superan cualquier torre sea cual sea la envergadura de ésta. Un gol de los que valen una liga.
Kimmich es tan bueno que resulta complicado aseverar si es mejor actuando como lateral o en la sala de máquinas. En esta ocasión actuó en la medular, acompañando a un Goretzka que no brilló y ni falta que hizo dado el excelso rendimiento de Joshua. Principalmente en la primera mitad, lo hizo todo bien, ejerciendo como hilo conductor del juego del Bayern. No solo protagonizó un altísimo porcentaje de pases con éxito rozando el 90%, sino que la inmensa mayoría de ellos tuvieron sentido y una razón de ser que no fue otra que mejorar cada jugada en curso. Dicho de otra forma, Kimmich se apropió del partido e hizo al Bayern dueño y señor del triunfo.
Alphonso Davies, 19 años
Otro de los grandes nombres propios del encuentro fue el de Alphonso Davies. Si uno llega a ver el partido de este martes desconociendo su existencia y le dicen que se trata de un experimentado carrilero que lleva una década en la élite, se lo cree. Porque a sus 19 años, el canadiense suma a su potencia física y desempeño como puñal por la banda una serenidad impropia de un futbolista de tan corta edad. Le viene como anillo al dedo el hecho de que los encuentros de esta Bundesliga se disputen a puerta cerrada porque ejecuta las acciones con suma facilidad, como si de un entrenamiento se tratase. El triunfo del Bayern fue global, pero Kimmich y Davies fueron quienes más aportaron para oscurecer al Dortmund y apagar los destellos que se esperaban por parte de los Haaland, Sancho, Achraf y compañía.
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