Klay Thompson se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda en el sexto partido de las Finales NBA 2019. Desde entonces no había vuelto a pisar una pista junto al resto de sus compañeros. Lo hizo por fin en la concentración voluntaria de los Golden State Warriors , 470 días después. Una eternidad.
“Fue genial tenerle sobre la cancha, dentro del vestuario”, comentó Steve Kerr, entrenador de los de San Francisco. “Tan solo su presencia nos dio un chute de energía y entusiasmo. El entreno fue bien, fue un buen primer paso”.
Thompson, tras un año y medio inédito, pandemia de la COVID-19 de por medio para complicar todavía más su recuperación, se entrenó lógicamente con ligereza. “Intentamos tomárnoslo con calma debido al gran período de inactividad. Klay ha hecho un gran trabajo y creo que ha podido entender y valorar dónde está y qué necesita hacer de aquí en adelante.
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Marquese Chriss, uno de sus nuevos compañeros, compartió sus sensaciones tras ver a Klay en el entrenamiento: “Cuando estaba corriendo toda la pista, le vi en forma. Se le veía bien, se parecía a Klay Thompson, como mínimo. No sé como explicarlo, se le veía cómodo”.
Los Golden State Warriors estarán la próxima semana y media concentrados en un ambiente aislado similar al de la burbuja para recuperar sensaciones grupales después de seis meses de inactividad por culpa de la pandemia de coronavirus y la suspensión de la temporada regular de la NBA en marzo.
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