Koeman aguanta mientras duda Laporta


Ronald Koeman dirigirá el partido que el Barcelona disputa el domingo contra el Levante. No se sentará en el banquillo por su expulsión en Cádiz y, salvo que el recurso del club sea atendido, se le habilitará un palco desde el que pueda comunicarse con sus ayudantes en el Camp Nou. Incluso es posible que comparezca hoy en la sala de prensa en la previa del encuentro correspondiente a la séptima jornada de Liga. No se sabe qué pasará el lunes ni el martes cuando el equipo viaje a Lisboa para enfrentarse el miércoles al Benfica en un cruce decisivo de la Champions.

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El Barcelona vive al día y busca el momento idóneo para sustituir a Koeman. La decisión está tomada y si se dilata es porque no hay consenso en la junta y el equipo técnico sobre su sustituto después de convenir que el elegido no podía ser provisional sino que tiene que liderar el proyecto deportivo de Joan Laporta. Aunque hay varios candidatos, los mejor colocados son de momento Robert Martínez, seleccionador de Bélgica, que guarda una buena relación con Jordi Cruyff, jefe de los observadores internacionales del Barça; Xavi Hernández, al que se identifica como el guardián de las esencias azulgrana; y Erik Ten Hag, del Ajax.

El presidente, sin embargo, baraja más opciones en su intento de dar con un entrenador tan ilusionante como sorprendente para mantener su apuesta de que el Barça puede jugar muy bien y competir para ganar títulos, apuesta con la que no coincide Koeman después de denunciar las limitaciones de la plantilla y recordar la lista de bajas encabezada por Ansu Fati, al que se aguarda ante el Levante. Incluso un futbolista con el sentido de equipo de Sergi Roberto discrepó también con el técnico en Cádiz: “Hay que ganar la Liga, no me vale eso de entrar entre los cuatro primeros. Somos el Barça y tenemos una plantilla muy buena, para pelear por la Liga”.

El discurso del tercer capitán fue más concreto y rotundo que el del segundo, Gerard Piqué, quien coincidió con la necesidad de pelear por los trofeos al tiempo que pedía tranquilidad “porque la fricción no ayuda a nadie”, después de que el Barça empatara a cero en Cádiz. Laporta y Koeman apelaron a la distensión en el viaje de regreso de la expedición a Barcelona. Ambos conversaron durante un cuarto de hora en el avión después de evitarse en el hotel de concentración, enfadados los dos, especialmente el presidente por el comunicado que leyó el entrenador en la ciudad deportiva Joan Gamper.

Aunque desde hace tiempo no hay confianza entre las partes y la posición del entrenador se ha debilitado todavía más por las declaraciones de los jugadores, Laporta y Koeman intentan ganar tiempo: el mandatario necesita elegir y negociar con el que será el entrenador y el técnico aspira a reivindicarse con los resultados más inmediatos después de ser consciente de que el club no dispone de un sustituto en su organización deportiva: Sergi Barjuán se ha estrenado con el Barça B, Albert Capellas se ha incorporado de la federación danesa y García Pimienta fue despedido de mala manera pese a llevar 19 años en el Barcelona.

La candidatura de Xavi

Nadie adivina por ahora al futbolista o a la jugada que puede evitar la caía de Koeman como pasó el 20 de diciembre de 2018 cuando un gol de Xavi en Valladolid permitió que continuara Louis Van Gaal. El calendario tampoco ayuda porque después de los partidos con el Levante y el Benfica llega la visita al Atlético, el parón por los partidos de la selección y los enfrentamientos con el Valencia, Dinamo de Kiev y Madrid. Y, el 17 de octubre, se celebra una asamblea decisiva para la hoja de ruta del Barça. El 0-3 contra el Bayern y los empates con el Granada y el Cádiz pesan en la mochila de Koeman.

Una vez que los avalistas han dado permiso para pagar el finiquito de Koeman —unos 12 millones—, se trata de acordar el sustituto porque hay opiniones diferentes en el Camp Nou. La figura de Xavi cobra importancia y en varios estamentos del club es el candidato número 1. El problema es que deben convencer a Laporta. El presidente llegó a decir en la campana que el técnico del Al-Sadd debería foguearse en el Barça B. Xavi formaba pareja con Jordi Cruyff en el organigrama técnico de la candidatura de Víctor Font. Claro que para entonces nadie dudaba de que Messi seguiría en el Camp Nou. Acostumbrados a improvisar, el día a día es un sinvivir en el Barça.

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