Sin ninguna concesión en el once y comandado por un excelso Toni Kroos en la dirección, el Madrid protagonizó una puesta en escena sobria y punzante para encarrilar el duelo de octavos de final y presentar su candidatura al título de Copa. Con el trabajo hecho, la inercia ganadora sobre la que cabalga el equipo hizo el resto en una segunda parte que sirvió para guardar fuerzas de cara al derbi.
Kroos fue el autor del pase en el primer gol y del robo decisivo antes del segundo:
La única mala noticia para los blancos fue de nuevo la incomparecencia de Luka Jovic, incapaz no ya de marcar las diferencias sino de constar en el ataque de los hombres de Zidane. Para mayor escarnio del delantero serbio, Vinicius se desquitó con un tanto que supuso un paréntesis en sus problemas con la definición y Benzema, nada más ingresar en el campo, rompió la sequía goleadora que arrastraba desde el 15 de diciembre.
El Zaragoza, con razón más pendiente de la guerra de la Liga Smartbank que de la batalla utópica de la Copa, se fue deshaciendo como un azucarillo con el paso de los minutos. Penalizado sobremanera por el madrugador gol de Varane, el equipo de Víctor Fernández tiró de amor propio para apretarle las tuercas al Madrid con algún arreón episódico. Insuficiente a todas luces para que el andamiaje defensivo de los blancos tiritara lo más mínimo.
El equipo de Zidane, que pareció jugar durante muchos minutos sin pensar en el derbi madrileño del próximo sábado, se explica en buena medida a partir del pie derecho del centrocampista alemán y de la ambición que transmite su líder desde el banquillo. Ni Kroos ni el entrenador francés saben todavía lo que es levantar una Copa del Rey y esa cuenta pendiente se notó desde el principio. Zidane dispuso un once compensado y muy equilibrado entre titulares y suplentes y Kroos se encargó de plasmar la superioridad blanca sobre el terreno de juego.
La presencia de Florentino Pérez en el palco evidencia a las claras que no hay competición menor para este Madrid, tan solidario y motivado en LaLiga como en la Copa a la espera de lo que dicte la Champions. El equipo blanco sigue aprovechando su inercia ganadora (20 partidos invicto) y avanzó en la Copa a costa de un Zaragoza que se quedó muy corto.
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