Pudo ser el lunar de una noche muy favorable, pero se quedó en anécdota. Takefusa Kubo aseguró en el vestuario de la Real, una vez concluido el choque en Chipre, que podrá jugar el domingo contra el Betis pese a que se retiró del campo con molestias en el hombro.
El certificado positivo de Kubo llegó tras ser víctima de una especie de luxación, de un mal gesto, en un forcejeo en la banda durante la primera mitad. Salió en carrera para irse de su par y al protegerse ante Lecjacks, capitán del Omonia, se hizo daño en el hombro izquierdo. A partir de entonces, el nipón desapareció del partido, visiblemente cauto con la hipótesis de que pudiera ser una lesión más grave. Al final del partido dijo que estará para jugar si Imanol lo considera oportuno ante el Betis en Anoeta.
De esta forma, la Real vuelve hoy desde la isla chipriota a expensas de cómo se encuentra Sorloth, fuera de la convocatoria en Nicosia al recaer en un proceso gripal. De momento, el noruego es duda para recibir al Betis.