La aceituna española se apunta un tanto contra los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump. Según informa la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa), el Tribunal Federal de Comercio Internacional de EE UU falló el pasado viernes contra la resolución que establece barreras comerciales a las importaciones de aceituna negra española. Asemesa, que había presentado un recurso contra la medida, asegura que la sentencia “podría ser el primer paso para la eliminación de los aranceles”, ya que obliga al Departamento de Comercio de EE UU a presentar nuevos argumentos, en el plazo de 90 días, para poder mantener el recargo al producto español.
La aceituna negra española fue una de las primeras víctimas españolas del vórtice proteccionista de Trump. El pulso entre Madrid y Washington empezó en julio de 2017, cuando el Departamento de Comercio de EE UU, a petición del sector agrícola californiano —que denunciaba competencia desleal—, anunció que empezaría a investigar si las subvenciones públicas concedidas a los productores españoles de aceituna negra a través de la PAC (Política Agrícola Común) eran ilegales.
Cuatro meses después zanjó que dichas ayudas permitían fijar un precio por debajo del de mercado, causando un daño importante a los productores autóctonos, y optó por aplicar un arancel preliminar que fue elevando de manera gradual hasta fijarlo en el 34,75% desde el 1 de agosto de 2018. Durante el primer mes de aplicación de este gravamen definitivo, las ventas a EE UU, principal destino de las exportaciones de la aceituna de mesa española, cayeron un 70%.
En su fallo del pasado viernes, según traslada Asemesa, el tribunal estadounidense da la razón a la asociación en los dos argumentos principales en los que el Departamento de Comercio se había basado para considerar que las ayudas de la PAC eran ilegales: que eran específicas y que la demanda de aceituna cruda dependía de la demanda de la aceituna transformada. Este último argumento, aclara Asemesa, es el que permitió a Estados Unidos atribuir a la industria todas las subvenciones concedidas a los agricultores.
Según la asociación, la decisión del tribunal constituye “un hito muy importante, dado que es la propia justicia americana la que ha decidido que los argumentos utilizados para imponer los aranceles a la aceituna negra no se justifican”.
Hace justo un año, la Comisión Europea denunció ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los aranceles impuestos por EE UU a la aceituna negra española, alegando que eran injustas y que no había pruebas suficientes de que afectaran a los productores estadounidenses. La OMC aceptó la petición de crear un grupo de expertos que investigara la validez de las barreras antidumping activadas por la Administración Trump, cuyas conclusiones aún no se han dado a conocer.
“Esta decisión de la justicia norteamericana podría bajar los aranceles del 35% al 20%, lo que sería una reducción muy importante”, explica el secretario general de Asemesa, Antonio de Mora, con relación al fallo del Tribunal Federal de Comercio Internacional de EE UU. “Supone a la vez un apoyo muy importante al proceso abierto por la UE ante la OMC, en el que estos dos argumentos son también fundamentales”.
Esta no es la única batalla que el sector agroalimentario español tiene abierta con Estados Unidos. El año pasado, la OMC dio luz verde para que Washington aprobara aranceles de hasta el 25% a una larga lista de productos comunitarios tras fallar que las ayudas que Bruselas concedió al fabricante de aviones Airbus eran ilegales. El aceite, el vino y el queso son los productos españoles más afectados por la medida.
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