La actriz argentina Thelma Fardín, ante el juicio por violación contra Juan Darthés: “Espero una respuesta reparadora”



La actriz argentina Thelma Fardín, durante la entrevista con EL PAÍS en Buenos Aires, el 26 de noviembre de 2021.Enrique García Medina

Han pasado casi tres años desde que la actriz argentina Thelma Fardín (San Carlos de Bariloche, 29 años) denunció públicamente que fue violada cuando era menor de edad por el actor Juan Darthés. Días después, inició una causa en los tribunales de Nicaragua, mientras en Argentina se multiplicaban los mensajes de apoyo y aparecían otras historias de abusos sexuales que habían permanecido silenciadas. Este martes inicia el juicio en Brasil y Fardín cuenta las horas para dar testimonio ante el magistrado. En una entrevista con EL PAÍS celebrada antes de su declaración judicial, la actriz cuenta que llega a la audiencia muy cansada, pero con la esperanza de que la justicia sea reparadora.

“A las víctimas nos piden que vayamos a la Justicia y a veces no se cuenta que es muy difícil que la Justicia nos escuche. Si vos no estás detrás del proceso, la Justicia se cae. Ahora es momento de ver qué justicia tenemos en América Latina”, dice. Basta ver el complejo proceso judicial para entender sus críticas. Fardín denunció a Darthes en Nicaragua porque allí presuntamente ocurrieron los hechos. Eran compañeros de reparto en la telenovela juvenil Patito feo. Ella tenía 16 años; él, 45. Como el actor argentino se refugió en Brasil, país que no tiene convenio de extradición con Nicaragua, la denunciante pensó que la causa sería archivada, pero logró que un juzgado de São Paulo aceptase el caso y siguiese adelante. Darthés, que tiene también la nacionalidad brasileña, será juzgado por estupro agravado, delito que prevé una pena máxima de 12 años de cárcel. Debido a la pandemia de la covid-19, Fardín declarará por videoconferencia, al igual que el acusado y la docena de testigos citados.

Después de tres años de recorrido por los tribunales, demorado por las restricciones sanitarias, se siente como una atleta a metros de la meta. “Estoy muy cansada porque siento que el cuerpo se comienza a aflojar, a decir ‘ya está’, pero por suerte estoy muy contenida por mis amigas y mi familia”, revela.

Aún así, hoy su mayor miedo es que la defensa de Darthés logre retrasar el inicio del juicio. “Hasta que no comience la audiencia y dé mi testimonio no puedo bajar la guardia. Para mí es muy importante llegar ante el juez y contar mi palabra. Poder sacarme esta mochila que siento desde hace tanto tiempo porque al dejar mi palabra, en cierto modo ya no soy más responsable, ya no depende de mí”, subraya. Tras negarlo en un primer momento, el actor admitió la relación sexual pero insinuó que fue consentida.

— ¿Qué espera del juicio?

— Sería muy importante que la justicia dé una respuesta reparadora, porque hay una gran parte de la sociedad diciendo que cree a las víctimas y es importante que tenga un correlato en la justicia. Cuando una mira las cifras, los números son muy tristes en relación a quiénes llegan a esta instancia y menos aún en cuanto a que la justicia avale la palabra de las que denuncian.

En Argentina solo el 15,5% de las denuncias por delitos contra la integridad sexual llega a sentencias condenatorias, mientras en Chile y Ecuador es menos del 4% y en Guatemala y Brasil la tasa de condena por violación sexual es solo del 1%, según cifras difundidas por Amnistía Internacional.

Fardín decidió denunciar a Darthes cuando escuchó que otras tres actrices — Calu ‘Dignity’ Rivero, Natalia Juncos y Ana Coacci— lo acusaban de acoso y relataban un modus operandi similar al que ella no había podido olvidar. “Empecé a tener ataques de pánico muy fuertes después de escuchar a las otras víctimas. ‘No puede ser, ¿cuántas veces hizo esto?’, pensé. Además había una frase en común, ‘mirá cómo me ponés’, con la que nos ponía la responsabilidad a nosotras. Tuve la sensación de que era un depredador serial y que además, como seguía trabajando, podía volver a hacerlo”.

Fardín acusa a Darthés de haberla violado en 2009, la última noche de la última gira de Patito Feo, en su habitación de hotel en Managua. “Me agarró la mano y me dijo ‘mirá cómo me ponés’ haciéndome sentir su erección. Yo le seguía diciendo que no”, contó cuando hizo pública la denuncia. Según su testimonio, después la lanzó en la cama, le practicó sexo oral y se subió sobre ella para penetrarla a pesar de sus múltiples negativas.

La actriz tenía miedo de que, como había pasado antes con otras mujeres, no la creyesen, pero la respuesta fue muy distinta a la esperada. “Conmigo hubo un consenso social muy amplio, mucha gente que salió a decirme: ‘Te creemos, creemos en tu palabra”. El respaldo se mantiene a día de hoy, como puede verse en el café donde se realiza la entrevista. Varias clientas se acercan a saludarla y decirle: ‘Estamos con vos’. Agradece sus palabras con una enorme sonrisa. “Ese apoyo me hizo sentir siempre muy acompañada y fue duro perderlo en la pandemia, fue un momento de mucha soledad”.

En los días posteriores a su denuncia pública, las llamadas a las líneas de ayuda por abuso sexual infantil crecieron un 1.200%. En redes sociales, cientos de mujeres que nunca se habían atrevido a hablar comenzaron a hacerlo. “Para mí hablar es sanador y no necesariamente solo ante la Justicia. Primero poder reconocerse como víctima, encontrar con quienes compartirlo y no cargarlo sola, porque si no se termina alimentando de vos”, asegura.

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