La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) vela, como es su obligación, por los derechos e intereses de los jugadores en el tablero de ajedrez en el que se encuentra ahora mismo el fútbol profesional. Y el sindicato de jugadores será un hueso duro de roer en el intento de los clubs de retomar los entrenamientos a corto plazo. Que se garantice la salud de sus representados será una cuestión fundamental en la mesa de negociación, y difícil de garantizar. Hay otra serie de aristas, además, que tampoco serán fáciles de solventar. El protocolo de vuelta a los entrenamientos enviado por la Liga de Fútbol Profesional a los clubs obliga a los jugadores a estar concentrados, bien en la propia ciudad deportiva si tiene un espacio habilitado a tal efecto, bien en un hotel, en el tiempo que duren las sesiones previas a volver a competir -mínimo 15 días-. Las condiciones de la concentración, además, son duras ya que obliga a los futbolistas a estar en sus habitaciones, sin salir ni siquiera para comer -les llevarán la comida- cuando no entrenen. MD ha podido saber que hay futbolistas de Primera que se oponen frontalmente a este tipo de medidas lo que, sin duda, dificultará la negociación con AFE.
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