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La afición de la NBA se olvida los modales en casa

El ejemplo más visual ocurrió en Philadelphia cuando un aficionado de los Sixers lanzó palomitas a Russell Westbrook mientras este se dirigía a los vestuarios después de sufrir una lesión de tobillo en el segundo partido de la eliminatoria de los 76ers contra los Wizards.

“Para serte sincero, esta mierda se nos está yendo de las manos”, valoró Westbrook poco después de sufrir la enésima falta de respeto hacia su persona esta temporada. “La cantidad de falta de respeto, la cantidad de aficionados que hacen lo que les da la puta gana está fuera de control. Hay algunas cosas que cruzan una línea roja”.

El incidente con Westbrook ha provocado que los Sixers tomen medidas contundentes en contra del aficionado que le lanzó las palomitas: no podrá entrar al Wells Fargo Center de forma indefinida y su abono anual para asistir a los partidos de Philadelphia en casa ha sido anulado.

Le tiran palomitas a Westbrook y le tienen que sujetar

Medidas similares han tomado los New York Knicks, que también prohibieron la entrada de forma indefinida a un aficionado que escupió a Trae Young durante un partido en el Madison Square Garden.

Los Utah Jazz también tomaron cartas en el asunto después de conocer que tres aficionados propinaron insultos racistas a los padres de Ja Morant en el Vivint Arena de Salt Lake City. Los seguidores de los Jazz tampoco podrán volver a entrar en el pabellón del equipo.

La oleada de violencia verbal e incluso física en las gradas ha hecho saltar las alarmas en la NBA, que ha explicado a través de un comunicado que reforzará las normas de conducta en sus pabellones y trabajará para crear un ambiente competitivo más sano tanto en las gradas como encima de la pista.

“El retorno de más aficionados a nuestros pabellones ha traído mucho entusiasmo y energía para arrancar estos playoffs, pero es crítico que todo mostremos respeto hacia los jugadores, árbitros y aficionados rivales”, comunicó la competición en una carta abierta. “Un código de conducta mejorado será aplicado con vigor para asegurar un ambiente seguro y respetuoso para todos los implicados”.

Después de un año y pico sin aficionados en las gradas, parece que a algunos seguidores se le han acumulado las ganas de dar el cante y montar un buen barullo. Es una mala noticia que estos energúmenos todavía se cuenten entre los aficionados, pero lo positivo es que la NBA y los equipos no han dudado ni un segundo para tomar decisiones claras y contundentes sobre este preocupante asunto.

Son pocos, pero hacen ruido. La idea es que en el deporte estas conductas se extingan en el futuro, y la iniciativa de la liga estadounidense va en el buen camino.


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