El mandatario de Polonia y candidato a la reelección, el ultraconservador Andrzej Duda, ha ganado este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El dirigente, respaldado por el partido en el Gobierno, Ley y Justicia (PiS), obtiene el 43,5% de los apoyos, un resultado insuficiente para proclamar su victoria, y deberá enfrenarse en segunda vuelta al aspirante de la centroderechista Coalición Cívica (KO), el alcalde de Varsovia Rafal Trzaskowski (30,5%), que ha revolucionado la carrera electoral. Los comicios se celebrarán el próximo 12 de julio.Aunque el papel del presidente es limitado, este tiene la capacidad de vetar las leyes aprobadas por el Parlamento y una victoria del liberal Trzaskowski, un europeísta cosmopolita y abierto, complicaría la agenda legislativa del PiS. La formación que dirige el ex primer ministro ultracatólico Jaroslaw Kaczynski, que revalidó en octubre pasado su mayoría absoluta en el Congreso, ha encontrado un aliado fiel en Duda. Las reformas emprendidas desde su llegada al poder en 2015 han enfrentado al Gobierno con Bruselas. En este tiempo, la Comisión Europea ha iniciado cuatro procedimientos legales contra Polonia por considerar que vulnera el Estado de derecho, y en diciembre de 2017 llegó a activar el artículo 7 del tratado europeo ―un mecanismo que serviría para arrebatarle el derecho a voto dentro de la UE con la unanimidad de todos los miembros― después de que el Ejecutivo aprobara una de sus controvertidas reformas del sistema de justicia.Los resultados no han supuesto una sorpresa. Las opciones de Duda se habían debilitado desde abril tras obtener un respaldo de casi el 60% en los sondeos durante los meses más duros de la crisis sanitaria. Con la campaña suspendida de facto por la pandemia y numerosas voces críticas dentro y fuera del país, las elecciones, que debían celebrarse el 10 de mayo, fueron canceladas en el último momento. Para la nueva convocatoria, la principal coalición opositora (KO), que lidera Plataforma Cívica, el partido del expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk, decidió sustituir a su candidata, Malgorzata Kidawa-Blonska. La veterana política había llamado al boicot de los comicios y vio caer sus apoyos hasta cifras cercanas al 4%. La irrupción en la carrera por la presidencia de Trzaskowski hace poco más de un mes supuso un revulsivo.“Su aparición deja claro que la oposición puede ganar unas elecciones. Por primera vez desde 2015 [Plataforma Cívica gobernó el país desde 2007 hasta ese año] el PiS los ha tomado como una amenaza potencial”, señala Ben Stanley, profesor asociado de la Universidad de Ciencias Sociales y Humanidades (SWPS) en Varsovia. El académico vaticina que de llegar a la presidencia, Trzaskowski podría “complicar la legislatura al PiS”, lo que llevaría al partido en el Gobierno a buscar elecciones anticipadas, con el fin de conseguir la mayoría de tres quintos necesaria para levantar el veto presidencial.Además de la edad —los dos candidatos nacieron en 1972— y de haber servido como eurodiputados, ambos tienen poco o nada en común, al igual que su electorado. Andrzej Duda es muy popular en entornos rurales y en localidades urbanas pequeñas, donde obtiene un sólido apoyo. Rafal Trzaskowski, en cambio, consigue mayor respaldo en las grandes ciudades. Políglota y cercano a las élites, sus grandes fortalezas pueden ser también su mayor debilidad, al parecer alejado de los problemas reales de las personas, según opinan los analistas.En las últimas semanas, el tono de la campaña se elevó con los comentarios de Duda, que se refirió en un mitin al colectivo LGTBI como una “ideología más destructiva que el comunismo”. Sus palabras, en un país donde más del 92% de la población es católica y el matrimonio entre personas del mismo sexo no está legalizado, provocaron, no obstante, una ola de indignación y fueron condenadas por partidos políticos y asociaciones.En oposición a Duda, como regidor capitalino, Trzaskowski firmó en 2019 una declaración en la que se comprometía, entre otras medidas, a la introducción de programas sobre educación sexual y tolerancia en las escuelas, algo que el hoy presidente planea prohibir.La incertidumbre por la situación de la economía tras la crisis sanitaria ―que podría conducir a Polonia a su primera recesión desde la caída del comunismo hace tres décadas― ha sobrevolado también la campaña. “Lo que más interesa a los votantes es el impacto económico y social que tendrá la pandemia”, señala Aleks Szczerbiak, profesor de Política en la Universidad de Sussex, quien cree que el voto ha estado y estará motivado por el apoyo o no a la actuación del Gobierno durante estos meses.“Esta ventaja es poderosa”, ha proclamado este domingo Duda tras conocer los sondeos, en los que superaba en 11,4 puntos a su rival (41,8% frente al 30,4%). En un discurso televisado el presidente felicitó al resto de candidatos, en especial a Trzaskowski, por “alcanzar la segunda vuelta”.“Con estos resultados, vamos a luchar por Polonia”, aseguró el alcalde capitalino en su alocución inmediatamente después. “Quiero un cambio y voy a ser el candidato del cambio”, señaló. “Elegimos entre futuro y pasado. Entre la honestidad y los que quieren expropiar el Estado. Entre la verdad y los que quieren basarse en la manipulación. De eso tratan estas elecciones. Y lo más importante: vosotros decidís si tendremos un presidente fuerte que mirará a las autoridades o un presidente que desafortunadamente ni siquiera respeta su firma”.Eran estos unos comicios atípicos para Polonia. La ley se modificó en los últimos tiempos para que las elecciones pudieran realizarse tanto de manera presencial como por correo. Siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, los ciudadanos han acudido a los colegios con mascarillas y en algunas zonas del país la votación se ha realizado solo por vía postal para evitar rebrotes. Hasta la fecha, el país, que cerró colegios, fronteras y confinó a la población tras detectar los primeros casos en marzo, registra más de 33.900 contagios y 1.438 muertos.
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