El bronce, como en los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004 con los Allen Iverson, LeBron James, Carmelo Anthony o Tim Duncan, como en el Mundial de Japón de 2006 con también LeBron, Chris Bosh, Dwywane Wade o Chris Paul, ya no es una deshonra para Estados Unidos. El mundo ha cambiado con un baloncesto más igualado y globalizado.
Y, más que una medalla, también está en juego este domingo ante la Canadá de Jordi Fernández (10:30, en directo por MD) el honor de marcharse como el mejor equipo de América, el que el conjunto estadounidense no puede permitirse perder justo ante su vecino en este sorprendente enfrentamiento de potencias NBA por el bronce en esta Copa del Mundo y no por el oro, el cual se disputarán Serbia y Alemania (14:40, en directo por MD).
Jackson Jr, Brunson y Hart, tras la derrota ante Alemania
“Van a venir a por nosotros”, advirtió en la previa Tyrese Haliburton, que ve una creciente rivalidad con el emergente baloncesto canadiense en los próximos tiempos. “Pienso que ambos países se esperarán encontrar en los próximos años. Así que parece que este es el inicio”, apuntaba la estrella de los Indiana Pacers en declaraciones a la ESPN.
“No puedo hablar por los demás, pero, para mí, cada vez salgo y juego con la misma intensidad, la misma concentración para ganar”, avisa Austin Reaves.
El objetivo es el mismo, pero, el grado de presión que deberá soportar cada uno, radicalmente opuesto. Estados Unidos tiene una rabiosa obligación de subir al podio más si cabe para no encadenar dos Mundiales sin medalla, lo que no sucede desde los años 60, cuando no subió al podio en las ediciones de 1963, 1967 y 1970. Un récord negativo inédito en años que el Team USA no se puede permitir después de firmar en China el peor resultado de siempre con el séptimo puesto.
“Van a venir por nosotros. Puede ser el inicio de una rivalidad”
Canadá, sólo ilusión, autoexigencia para culminar un gran Mundial pero con la tranquilidad de que, pase lo que pase, se marchará de Filipinas habiendo firmado el mejor resultado de su historia. El combinado de Jordi Fernández sólo piensa en lo maravilloso que sería volver con su primera medalla en la Copa del Mundo y pegando el ‘sorpasso’ a Estados Unidos. Al margen de la AmeriCup, Canadá no se cuelga un metal desde la plata de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
“El siguiente partido es por una medalla y sé que estos chicos harán lo necesario para conseguirla”, destacó Jordi Fernández tras la derrota ante ya insuflando optimismo y energía a sus jugadores nada más caer ante Serbia. De las 27 veces que Canadá ha jugado ante Estados Unidos entre Mundial, FIBA AmeriCup y Juegos Olímpicos, sólo ha ganado una vez, en la AmeriCup de 2005.
Pero esta Canadá es la mejor de la historia.
“Si seguimos haciendo lo que estamos haciendo seremos muy buenos, estoy muy ilusionado con el futuro, con estos chicos y los jóvenes que llegan. Ahora solamente tenemos que recuperarnos y pensar en el partido por la medalla de bronce. Una medalla sería muy importante para el país, los jugadores y el programa”, resaltaba el entrenador de Badalona.
Brooks pelea por un balón ante Dobric en el Canadá-Serbia de semifinales
El catalán ponía en valor el futuro de Canadá, con mucho donde elegir como segundo país con más jugadores NBA con 22, pues también están Jamal Murray, Andrew Wiggins o Shaedon Sharpe, quienes no han formado parte de la lista para el Mundial.
Espera Jordi Fernández que Shai Gilgeous-Alexander mande con su versátil talento y Dillon Brooks sea la prolongación de su carácter en pista y también espera mucho de su ya ex compañero en los Grizzlies, Jaren Jackson Jr: “Espero que Dillon haga trash talk. De lo contrario no sería él. No sería real”. Se viene intenso y picante duelo por el orgullo americano.