El austriaco Josef Koeberl durante el reto logrado este sábado. EFE/REUTERS
Un austriaco ha batido este sábado el récord de permanencia sumergido en hielo. Dos horas, treinta minutos y cincuenta y siete segundos aguantó Josef Koeberl, de 42 años, vestido apenas con un bañador, dentro de un cubo transparente relleno de hielo y sin más abrigo que sus brazos cruzados contra el pecho. Rompe la anterior marca en la peculiar categoría de contacto total con hielo con todo el cuerpo, que estaba en dos horas, ocho minutos y cuarenta y siete segundos, y que él mismo había logrado el año pasado.
“Es una sensación estupenda. Bajo el sol, el calor resulta agradable”, fue lo que dijo Koeberl a los periodistas tras salir de su confinamiento helado, en la localidad austriaca de Melk, a unos 90 kilómetros al oeste de Viena, junto al río Danubio.
El plusmarquista, que ya cuenta en su haber cruzar el canal de la Mancha nadando, pasó los 150 minutos de su encierro rodeado de más 200 kilos de hielo, que lo cubrían hasta los hombros. Para soportar el daño de la congelación, Koebler aseguró que se concentró en pensamientos agradables: “Lucho contra el dolor visualizando y aprovechando las emociones positivas para mitigar la ola de dolor”, señaló el deportista. “Y de ese modo aguanto”.
“Intentaré ponerme los calcetines por mí mismo. Lo primero que tienes que hacer es calentarte los pies”, añadió tras salir de la urna de cristal transparente donde estuvo encerrado. Más allá de la curiosidad del récord, el evento tiene la intención de concienciar sobre el derretimiento de los casquetes polares por culpa del calentamiento global. Koebler trabaja en el Ministerio para la Protección del Clima de su país y secunda la causa. Practica en el glaciar Hintertux, en el Tirol austriaco, y también entrena en casa. “Ya he recibido una carta del proveedor de calefacción de mi distrito porque creen que he manipulado mi contador, porque el consumo es muy bajo”, bromeó al reportero del diario Tiroler Tageszeitung, antes de enfrentarse a los 200 kilos de hielo. Según recoge The Guardian, el deportista tiene previsto romper una vez más su propio récord. Lo intentará el año que viene en Los Ángeles.
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