El salto al ruedo del académico Alejandro Gaviria como candidato a la presidencia de Colombia en 2022 ya empezó a mover la política colombiana y a su principal protagonista, Gustavo Petro. Pocas horas después del anuncio, el izquierdista Petro reconoció que “muchos” de los puntos que Gaviria presentó en su ideario se acercan a su propuesta política. “Creo que falta profundidad en la transición por cambio climático, en el cambio de modelo de salud y la pertinencia de una reforma agraria”, dijo en Twitter.
A pesar de esa respuesta, que fue interpretada como una apertura al debate político sobre ideas, en la burbuja de las redes sociales colombianas arreciaron los ataques y las noticias falsas contra el exrector de la Universidad de Los Andes, que representa ideas progresistas y podría disputarle votos a la izquierda que encarna Petro. Desde acusaciones de tecnócrata y “más de lo mismo” o de ser el representante soterrado de Álvaro Uribe hasta santista -por haber sido ministro de Salud de Juan Manuel Santos- y pro aborto y marihuana, por sus posiciones revolucionarias en un país conservador.
El mismo Petro lo llamó neoliberal. “Por tanto la propuesta liberal de Alejandro Gaviria no logra superar el neoliberalismo y de ahí sus silencios en estos temas”, escribió Petro, aunque en el mismo mensaje dejó una puerta abierta. “La posibilidad de encuentro entre el progresismo y el liberalismo se centra en que el liberalismo pueda superar el neoliberalismo”, agregó el candidato que lidera las encuestas a un año de los comicios. Petro había invitado recientemente a Gaviria a formar parte de lo que ha llamado el Pacto Histórico, pero el exrector lo rechazó.
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Alejandro Gaviria se presentará por firmas, inicialmente sin partido, pero desde ya se habla de que terminará vinculado al resucitado Nuevo Liberalismo, el movimiento de Luis Carlos Galán, asesinado en 1989 cuando era candidato presidencial. Juan Manuel Galán, uno de los hijos del político inmolado, le dio la bienvenida a Gaviria y señaló que este le aportará altura a la competencia, algo repetido durante todo el día en el país. “Me alegra la llegada, no solo de un competidor, sino de un aliado en la construcción de una nueva política de drogas que apunte a la regulación”, dijo.
Representantes del llamado centro político también celebraron la aspiración del académico. “A mi Alejandro Gaviria me representa”, dijo la congresista Juanita Goebertus quien invitó a voluntarios para la recolección de firmas. La llegada de Gaviria al tablero político supondrá mayores exigencias para Sergio Fajardo, el principal rostro del centro. El exalcalde de Medellín no se pronunció sobre la candidatura de Gaviria hasta el momento. Este viernes, la Fiscalía General anunció que acusará a Fajardo ante la Corte Suprema de Justicia por supuestas irregularidades en un contrato de sustitución de deuda hace ocho años, cuando era gobernador del departamento de Antioquia. “Nunca en mi vida he cometido un delito. Así lo demostraré ante la Corte que es el escenario natural para defenderme”, aseguró.
Las reacciones se han dado en todo el espectro político. “A nuestra democracia y a los ciudadanos les sirve que haya buenas opciones”, dijo el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa. No es el único que cree que la llegada de un académico pueda elevar la altura del debate político. “No me cabe duda de que sus ideas servirán para enriquecer la contienda”, aseguró Carlos Fernando Galán, hijo de Luis Carlos Galán y actual concejal de Bogotá.
Aún falta un año para las elecciones y mucho tiempo para saber los cauces que toma el debate, pero temas como el cambio climático, los derechos civiles o la salud podrían ponerse en el centro de la discusión en un país donde la discusión siempre estuvo monopolizada por el conflicto armado.
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