La carretera que corta un yacimiento romano en Badajoz

Entre 1941 y 1945, se construyó un camino que unía los pueblos pacenses de Casas de Reina (100 habitantes) y Ahillones (800 vecinos), separados unos cinco kilómetros. Para aplanarlo, se utilizaron las grandes piedras que los obreros iban encontrando en la zona ―provenientes de un edificio del foro y de un teatro romano―y se cubrió de zahorra para nivelarlo. A partir de 2021, la Diputación de Badajoz tiró de chequera (1,7 millones) y decidió acondicionarlo y asfaltarlo, a pesar de que ya existe otra carretera que conecta ambas poblaciones; bien es verdad que esta última da un rodeo que obliga a circular unos pocos minutos más. No obstante, lo único que se interponía ante las nuevas obras de la denominada BA-004 no fue problema para los promotores: las máquinas tenían orden de pasar por encima del yacimiento de Regina Turdulorum. Pero el encargado del complejo monumental, al ver llegar a las asfaltadoras, avisó a los arqueólogos de la Junta y estos lograron detener los trabajos. “Los paramos a tiempo e hicimos el informe correspondiente. Afortunadamente, no hubo daños”, explican fuentes arqueológicas.

La Comisión de Monumentos de Badajoz estudió el asunto el pasado septiembre y encontró una posible solución: acondicionar otro camino que no daña el yacimiento. Pero ha surgido un nuevo problema: hasta dentro de cuatro años no podrán llevarse a cabo las obras por falta de fondos europeos. No obstante, el alcalde de Casas de Reina, Agustín Castelló, reclama una solución pronta para “eliminar en el menor tiempo posible la carretera que cruza Regina por encima del cardo maximus [vía principal norte-sur] de la ciudad”.

Carreteras que rodean Regina Turdulorum y en azul oscuro, camino propuesto por el Ayuntamiento.
Carreteras que rodean Regina Turdulorum y en azul oscuro, camino propuesto por el Ayuntamiento.

Según explica Isidro Díaz, portavoz del yacimiento, “la BA-004 [la carretera cuyo asfaltado se paró] tiene un uso muy residual, ya que por ella solo transitan los dueños de las tierras de la zona. No tiene sentido reacondicionarla”. Castelló, por su parte, insiste: “Hay otras carreteras que llevan a Regina, por lo que no es necesario asfaltarla. Es más, es necesario eliminarla para unir las dos partes del yacimiento dividido, porque en su lado este se encuentra la necrópolis. Ese terreno es del Ayuntamiento, por lo que no tendríamos ningún problema en ampliar el yacimiento”.

La Diputación de Badajoz, por su parte, asegura que, tras varias reuniones con la Junta de Extremadura, se siguen estudiando “diversas alternativas constructivas”. “No vamos a llevar a cabo”, explica un portavoz, “ninguna actuación, hasta que no tengamos el visto bueno de Patrimonio y encontremos una pronta solución a la situación”.

Desde la asociación cultural Regina Viva, que promociona el yacimiento romano, se indica que han pedido explicaciones, pero nadie les aporta una visión global de lo que ha podido ocurrir, ni la Diputación, ni la Junta. Y añaden: “Resulta increíble que la falta de coordinación entre unos y otros haya provocado que estemos en esta situación. Todo hace señalar que la carretera acabará asfaltada, aunque de momento está todo latente. Estamos en vía muerta”.

Regina tiene su origen en un poblado fortificado túrdulo de unas cinco hectáreas. Durante la dinastía Julio-Claudia (27 a. C.-68 d.C.), comenzó a construirse la calzada que unía Emérita Augusta con Híspalis. Las excavaciones han desvelado construcciones en torno a un entramado urbano dividido en manzanas. De momento, solo ha sido excavada una, la que se corresponde con el área religiosa.

Son cinco los edificios exhumados, tales como una basílica y diversos templos dedicados a Juno, Júpiter y Minerva, aunque el anfiteatro y el circo aún no han sido localizados. De las edificaciones excavadas en 2008 destacan una dedicada al culto imperial y el gran mercado. Los hallazgos siguen produciéndose, el último una lápida mortuoria dedicada a una esclava llamada Rufina, que fue liberada por Lucio Rufino Terenciano, que a su vez había sido esclavo.

El conjunto es visitable, con una media anual de más de 40.000 personas, que también pueden asistir a las representaciones teatrales que se realizan en el teatro romano (Noches de Regina y Festival Regina). Lo único que no se puede contemplar es una estatua de la diosa Juno que fue trasladada al museo provincial, que Regina Viva reivindica que sea llevada al yacimiento, y el cardo maximus, que está debajo de la carretera que se iba a asfaltar.


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