El Estadio de La Cartuja, que lleva años sin acoger espectáculos deportivos de trascendencia y que mañana se preparaba para la final de la Copa del Rey entre el Athletic y la Real Sociedad, deberá esperar aún mas para recuperar su esplendor de antaño.
Desde que a principios del pasado febrero la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció, tras la propuesta presentada por la Junta de Andalucía, que esta instalación acogería las siguientes cuatro ediciones de la final de la Copa, se vio la oportunidad de relanzar la actividad en un estadio que estaba ‘parado’.
Además, una vez que se supo un mes después que los dos equipos vascos disputarían la final y que sus aficiones inundarían la capital andaluza, el precio de los hoteles en Sevilla para este fin de semana se disparó.
La ciudad se preparaba para acoger uno de los partidos mas esperados de la temporada, que coincidía en plena temporada alta entre la Semana Santa y la Feria de Abril, con precios ya de por sí muy elevados en los hoteles.
Pero la previsión de la presencia de miles de seguidores en un estadio que tiene capacidad para unos 60.000 espectadores hizo aumentar considerablemente el precio de las habitaciones, con hoteles que los triplicaban respecto a los fines de semana anterior y posterior, que correspondían a Semana Santa y Feria, celebraciones populares también canceladas por la crisis sanitaria de coronavirus.
Abril iba a ser un mes de bullicio, de hoteles y apartamentos turísticos llenos, de aeropuerto y estación de tren en plena actividad, pero la realidad es que ahora la ciudad vive al ralentí, todo lo contrario a lo que se esperaba cuando la Federación Española eligió La Cartuja.
Los gestores de este estadio, entre los que está la Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Sevilla y Diputación Provincial, decidieron en diciembre de 2018 clausurar el uso de sus graderíos, tanto para asistir a competiciones deportivas como a conciertos musicales u otros eventos, debido al estado de deterioro de parte de la cubierta principal.
Esta final era un buen motivo para invertir y reactivarlo, aunque nunca había cesado su actividad total, al ser concebido como una instalación multifuncional que albergar en sus edificios exteriores sedes de instituciones públicas y empresas privadas.
La Cartuja se inauguró el 5 de mayo de 1999 con dos pruebas atléticas de 1.500 metros y un partido de fútbol amistoso entre España y Croacia que acabó con el resultado de 3-1 para los anfitriones.
Fue el primero de una serie de ensayos antes de que ese verano acogiera los Mundiales de Atletismo y que quedara como legado también de unas aspiraciones olímpicas de la ciudad, que presentó candidatura para los Juegos de 2004 y 2008.
Desde su inauguración, y pese a la poca actividad en los últimos años, tiene en su currículum grandes citas deportivas y, entre ellas, a finales de mayo de 1999, también acogió su primera final de la Copa del Rey.
En esa edición, el Valencia ganó por 3-0 al Atlético de Madrid, con un doblete del argentino Claudio ‘Piojo’ López y un gol de Gaizka Mendieta.
En 2001 volvió a ser sede la final de Copa con un Zaragoza-Celta en el que el conjunto aragonés se impuso por 3-1 al gallego, que se adelantó en el marcador con un gol del ruso Aleksandr Mostovoi, pero Xavi Aguado, el brasileño Paulo Jamelli y Yordi González lograron la remontada.
La final de la Copa de la UEFA de la edición 2002-03 fue otro de los acontecimientos recordados y que abarrotó el recinto para el partido que recibió al Oporto portugués que entrenaba José Mourinho y que venció por 3-2 al Celtic de Glasgow.
La selección española, que inauguró el estadio con el partido ante Croacia, fue inquilina de la instalación en otras tres ocasiones.
En octubre de 1999 jugó ante Argentina, con victoria de la Albiceleste por 0-2; también octubre pero de 2000 se midió en otro amistoso a Holanda, con la que perdió 1-2; y en junio de 2012 recibió a la China que dirigía José Antonio Camacho, a la que ganó por 1-0.
El Sevilla y el Betis, a los que se les propuso en su día la posibilidad de dejar sus estadios por una importante compensación económica y compartir La Cartuja, también han jugado partidos puntuales en este recinto, tanto oficiales como amistosos.
Otros dos acontecimientos deportivos de repercusión mundial tuvieron como escenario el estadio de La Cartuja: las finales de la Copa Davis de tenis que España ganó a Estados Unidos y Argentina en 2004 y 2011, respectivamente.
Ahora se preparaba para recibir este sábado uno de los partidos más esperados de la temporada, pero sus gradas seguirán vacías y también con la incertidumbre de si se podrán llenar para la final.
Por el momento, el partido ha quedado sin fecha y, pese a que ambos clubes y la Federación tienen la firme intención de que se dispute con público, ni eso está garantizado pues la pandemia tiene al fútbol en una incertidumbre total.
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