Mick Mulvaney, jefe de Gabinete interino de la Casa Blanca, ha afirmado en una conferencia de prensa que la Administración Trump hizo depender el desbloqueo de un paquete de ayuda militar a Ucrania de que el Gobierno de Kiev investigara un supuesto caso de corrupción de los demócratas en la campaña presidencial de 2016. Se trata de la primera vez que un oficial de la Casa Blanca admite en público, contraviniendo al propio Trump, que se utilizó el dinero del contribuyente para presionar a un Gobierno extranjero en beneficio de los intereses políticos personales del presidente.
“No hubo quid pro quo [algo a cambio de algo]”, ha repetido el presidente, desde que a raíz de una denuncia de un informante anónimo se hizo público el registro de una conversación telefónica del pasado mes de julio entre Trump y su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski, en la que el primero le pedía al segundo que le hiciera el “favor” de investigar las actividades de sus rivales políticos en el país. Dicha denuncia es la que ha provocado el inicio del proceso de impeachment contra el Donald Trump, mecanismo extraordinario previsto en la Constitución con el que los demócratas buscan su destitución por haber cometido “delitos o faltas graves”.
Antes de la llamada entre Trump y Zelenski, Estados Unidos había congelado un paquete de 391 millones de dólares de ayuda a Ucrania. Ese dinero, además de una eventual visita a la Casa Blanca que ansiaba el recién elegido Zelenski, habría sido utilizado como arma negociadora por la Administración Trump en su beneficio político personal, según han testificado una serie de diplomáticos y funcionarios en las últimas semanas ante los investigadores en el Capitolio. Pero ahora es la propia Casa Blanca, a través del jefe de Gabinete, la que admite públicamente que esa ayuda militar a un Gobierno extranjero, aprobada por el Congreso, se hizo depender en parte de su disposición a investigar a los rivales políticos del presidente, algo que Mulvaney considera “absolutamente apropiado”.
“¿Me mencionó [Trump] también en el pasado la corrupción relacionada con el servidor del Comité Nacional Demócrata? Por supuesto, no hay duda al respecto. Pero eso es, por eso retuvimos el dinero”, ha dicho Mulvaney. Se refiere a una desacreditada teoría que sostiene, con muy escaso fundamento, que un servidor informático pirateado del Comité Nacional Demócrata (la organización que gobierna el partido estadounidense) fue llevado a Ucrania para ocultar que fue Kiev y no Moscú quien interfirió en las presidenciales de 2016.
Mulvaney ha defendido que presionar con ayudas a países extranjeros es una práctica que se hace “todo el tiempo en política exterior”, y que lo que se le pedía al presidente ucranio era parte de una revisión general sobre las elecciones de 2016 que lleva a cabo el Departamento de Justicia. Pero, para los demócratas, se trata de una auténtica admisión de culpabilidad. “Mulvaney acaba de decir que la ayuda militar a Ucrania se retuvo haciéndola depender de las investigaciones de Ucrania a los demócratas. Las cosas acaban de pasar de muy, muy mal a mucho, mucho peor”, ha tuiteado Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, al frente de la investigación del impeachment.
El equipo legal del presidente Trump, según una fuente interna anónima citada por la CNN, está “desconcertado” con las declaraciones de Mulvaney. “No ha ayudado mucho”, dice la fuente.
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