WASHINGTON – La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró este martes que Estados Unidos sigue abierto a un diálogo con Corea del Norte y dijo que están “al tanto” del informe que da cuenta de que Pionyang ha vuelto a operar en los últimos meses centros claves para su programa nuclear.
Consultada sobre un renovado acercamiento con la administración del presidente Joe Biden, Psaki indicó durante una rueda de prensa que ambos han dejado “la puerta abierta” e indicó que se comunican a través de sus canales.
Ratificó que la oferta de Estados Unidos “sigue siendo reunirse en cualquier lugar, en cualquier momento, sin condiciones previas”.
No obstante, apuntó que de momento no tiene “una actualización en términos de ninguna respuesta” a este ofrecimiento.
La portavoz estadounidense se refirió, sin mencionarlo, a un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) divulgado el lunes.
El texto reveló que Corea del Norte ha vuelto a operar en los últimos meses y por primera vez desde 2018 sus instalaciones para elaborar combustible para bombas atómicas.
“Estamos al tanto de los informes que hemos visto en las últimas 24 horas”, afirmó Psaki, quien indicó que están coordinando con sus aliados y socios los desarrollos sobre esa evaluación.
El documento de la OIEA enumera indicios de que desde febrero Corea del Norte ha retomado actividades de peso en el Centro de Investigación Nuclear de Yongbyon, reactivando primero su sistema para reprocesar combustible nuclear y, a partir de julio, su reactor experimental Magnox de 5 megavatios eléctricos.
El organismo nuclear de la ONU, que carece de acceso a Yongbyon y a cualquier otra instalación en el hermético país asiático y basa su informe en imágenes por satélite y otro tipo de información, ha tachado estas actividades de “profundamente preocupantes”.
El nuevo informe se dio a conocer después de que el régimen decidiera volver a interrumpir este mes las comunicaciones con Seúl en protesta por la celebración de maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y Estados Unidos en el sur de la península.
La pasada semana Washington volvió a insistir en que está dispuesto a reunirse con Pionyang “donde y cuando sea” para retomar las conversaciones sobre desnuclearización, sin obtener por el momento respuesta norcoreana.
Ese diálogo sobre desarme está estancado desde la fracasada cumbre de Hanói de febrero de 2019, donde Pionyang ofreció precisamente desmantelar parte de los centenares de instalaciones que hay en Yongbyon, propuesta que Washington consideró insuficiente para levantar sanciones.
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