El equipo legal de Donald Trump pedirá al Senado que “absuelva inmediatamente” al presidente en el juicio por su impeachment. El comportamiento del mandatario, defiende su equipo legal, en ningún momento violó la ley y no es más que un intento ilegítimo y partidista para derrocarlo. Así lo despachan sus abogados en un extenso informe remitido al Senado este lunes, la víspera de que comience el juicio por su destitución, que constituye el más detallado argumentario proporcionado por la Casa Blanca desde que la Cámara de Representantes comenzara su investigación en octubre del año pasado.
“Los artículos del impeachment presentados por los demócratas de la Cámara de Representantes son constitucionalmente deficientes”, concluye el informe de 171 páginas. “Las teorías en las que se basan harían un daño duradero a la separación de poderes bajo la Constitución y a nuestra estructura de Gobierno”.
De “frívolos y peligrosos” tachan también los abogados los dos cargos, de abuso de poder y obstrucción al Congreso, aprobados por la mayoría demócrata de la Cámara baja, que convirtieron a Trump en el tercer presidente de la historia de Estados Unidos en someterse a un juicio por su destitución. El memorando remitido este lunes al Senado, que completa el resumen adelantado el domingo, perfila la defensa que la Casa Blanca realizará en sus exposiciones iniciales. Y se contrapone al texto de 111 páginas remitido el sábado por los siete gestores del impeachment, el equipo de congresistas demócratas que harán las veces de fiscales, en el que se resumen los resultados de meses de investigación: que Trump retuvo un paquete de ayuda a Ucrania de 400 millones de dólares y una visita a la Casa Blanca ansiada por el presidente Zelenski, con el objeto de presionar al Gobierno de Kiev para que anunciara investigaciones a su rival político, el exvicepresidente Joe Biden, y a su hijo Hunter.
Los abogados defensores no niegan las presiones a Ucrania, pero sostienen que entran dentro de la discrecionalidad del presidente en su manejo de la política exterior y la lucha contra la corrupción. La alegación de que eso constituye un abuso de poder, como sostiene el primer cargo del impeachment, es para los letrados un “invento” que permitiría al Congreso cuestionar decisiones políticas del presidente, sentando un peligroso precedente. En cuanto al segundo cargo, el de obstrucción al Congreso por haber bloqueado testimonios requeridos y haberse negado a proporcionar documentos, constituiría para la defensa una violación de la separación de poderes, al anular el derecho del presidente a mantener deliberaciones confidenciales.
El propio Trump, que se encontraba pasando el fin de semana festivo en su residencia vacacional de Mar-a-Lago (Florida), ha respondido este lunes por Twitter al argumentario de los demócratas, arremetiendo contra el líder de la minoría en el Senado. “El llorón Chuck Schumer pide ahora justicia, cuando él y los miembros demócratas trabajaron juntos para asegurarse de que yo tenía cero de justicia en la Cámara. ¿Qué más novedades?”, ha dicho. En otro tuit, ha despreciado la pretensión de los demócratas de que comparezcan más testigos, entre ellos su exconsejero de Seguridad Nacional: “No quisieron a John Bolton y otros en la Cámara de Representantes. Tenían demasiada prisa. Ahora los quieren a todos en el Senado. ¡Ese no debería ser el camino!”.
Lo cierto es que fue Bolton quien se negó a comparecer en la Cámara baja, amparándose en las instrucciones de Trump para que no lo hiciera, y los demócratas renunciaron a enredarse en una larga batalla judicial para conseguir que testificara. Pero ahora el exconsejero, cuyo testimonio sería relevante por el acceso directo al presidente del que gozaba y porque otros testigos han declarado que se opuso a la campaña de presión, ha dicho que estaría dispuesto a comparecer ante los senadores.
El juicio empezará este martes con un debate sobre las reglas que habrán de regirlo, antes de que las dos partes presenten sus argumentos iniciales esta misma semana. Los demócratas se opondrán a la pretensión de Mitch McConnell de no garantizar la comparecencia de testigos, dejando la moción para después de los argumentos iniciales. La defensa también podría tratar de introducir una moción al principio para votar por la desestimación inmediata de los cargos, pero se arriesgaría a una derrota, pues algunos senadores republicanos moderados ya han avanzado que quieren, por lo menos, escuchar el caso.
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