Si bien algunos rincones del territorio español son ideales para ciertas estaciones específicas, la mayor parte del mismo puede disfrutarse en cualquier época del año. Es el caso de la Val d’Aran o Valle de Arán, comarca ubicada en los Pirineos centrales en la provincia de Lérida. Ahí está la cascada escondida de España realmente preciosa.
Esta zona es uno de los secretos mejor guardados tanto para los habitantes como para los visitantes de Cataluña. Alejado de las zonas más turísticas, este lugar es un destino ideal durante la temporada invernal, ya que se trata de uno de los centros de esquí más importantes de la zona que destaca por sus escarpadas pistas de Baqueira Beret.
Cómo es la cascada escondida de España de cuento
Lo primero que llamará la atención a quienes se estrenen como viajeros fuera de la temporada invernal es el esplendor de la naturaleza. Generalmente recubierta de la intensa nieve que cae, el blanco le da paso a una paleta interminable de tonos mucho más cálidos.
Con estos colores aparecen además todo tipo de propuestas de diversión para la familia como por ejemplo los clásicos saltos de agua. Gracias al deshielo es posible realizar excursiones para ver los saltos más imponentes o bien participar en varios deportes acuáticos. Recomendamos sobre todo un recorrido por Saut deth Pish en la Val de Varradòs y Uelhs deth Joèu en l’Artiga de Lin.
En particular Saut deth Pish ha adquirido fama internacional gracias a la cascada más bonita del Valle de Aran. Esta excursión apta tanto para niños como para personas mayores finaliza en una caída de agua de unos 30 metros de altura proveniente directamente del Glaciar del Aneto. A su alrededor aparecen el lago de Varradós y el bosque de Siesso.
Éste es un sitio en el que te sugerimos parar a descansar y tumbarte un rato, o bien hacer un picnic con tus acompañantes.
Actividades para todo tipo de personas
Durante las semanas otoñales o primaverales puede ser buena idea el barranquismo, aprovechando el famosísimo barranco de Bausen. Por sus cualidades que incluyen una vegetación exuberante, es un ambiente perfecto para esta disciplina con cada vez más amantes.
La bicicleta es el vehículo ideal para llevar a cabo trayectos y perderse entre los caminos que cruzan el Val d’Aran. Así como hay rutas específicamente diseñadas para el senderismo, otras son un desafío único para los fanáticos de las dos ruedas. Finalmente, quienes prefieran ver más de sus encantos en menos tiempo podrán ir a caballo, en moto o en coche.
Los que prioricen caminar para un contacto más estrecho con el entorno tendrán la suerte de toparse con los populares caminos temáticos. De gran demanda entre los viajeros de todo el mundo, te aconsejamos cuatro: Carros de Foc, Pass d’Aran, Camin Reau y Setau Sagèth.
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