La clasificación para la Champions que la Real está a punto de certificar abre la puerta a un efecto colateral a tener en cuenta. La cabeza visible del proyecto y líder sobre el campo, Nerea Eizagirre, puede ampliar su contrato con la Real hasta 2024, con la condición de que las de Natalia Arroyo jueguen la temporada que viene en Europa.
Se trata de una decisión que sólo depende de Eizagirre, que en estos momentos está vinculada a la Real para el final de esta temporada y la próxima. Es la capitana quien tiene la última palabra, en virtud de un pacto alcanzado con el club cuando las partes firmaron la renovación de la tolosarra hasta junio de 2023, el pasado septiembre.
En el acuerdo se añadió la posibilidad de que la máxima goleadora de la Real tuviera la opción unilateral de prorrogar su vínculo otro año, pero siempre que las txuri urdin aseguraran su presencia en la próxima edición de la Champions. Una visión estratégica y capital para el club en su objetivo de blindar a una estrella que lleva seis temporadas, 156 partidos y 37 goles como txuri urdin.