Después de un año, el pasado, en el que todo eran críticas hacia Lopetegui por no contar con Vinicius durante los primeros meses de temporada achacando la “falta de cocción” como motivo de su ausencia, parece que Zidane ha tomado otro camino con Rodrygo.
Y es que, mientras que el proceso por el que pasó Vinicius para instalarse en el vestuario del Bernabéu fue lento (hasta enero no empezó a ser titular de manera constante) Rodrygo se estrenó el pasado martes de inicio y, además, no lo hizo en un partido cualquiera. En Champions, fuera de casa y con el equipo jugándose la vida.
Al ‘25’ tan solo le han hecho falta dos partidos con el Castilla y otros dos más de rodaje en Liga (Ante Osasuna jugó y marcó y frente al Mallorca salió en la segunda parte) para ya ser titular, al menos, una vez. Y puede que no sea la última ya que su actuación fue más que positiva aunque acabó muy fatigado el encuentro.
Por su parte, Vinicius, entró de una manera más progresiva en el equipo (debutó como titular con Solari en Copa del Rey ante el Melilla) aunque ya con el argentino se hizo más importante hasta que se lesionó en el duelo de vuelta ante el Ajax donde se acabó la temporada para los blancos.
Ambos jugadores, primero el de Flamengo y ahora el del Santos, llegaron en una situación parecida: un año cedidos en Brasil y en el verano en el que cumplen la mayoría de edad, a Madrid. Y sobre los dos se tienen puestas muchas esperanzas aunque lo cierto es que, con las últimas actuaciones, parece que Rodrygo está adelantando a Vinicius en la carrera por ser la gran promesa madridista del futuro.
Será Zidane el que, con sus decisiones, guíe el camino de ambos en estos primeros años de profesionales en los que todos los focos están puestos sobre ellos.
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