El técnico portugués Carlos Queiroz, seleccionador de Catar, avisó de que el fútbol internacional corre “graves riesgos” porque se ha convertido en un negocio, donde se entrenan empresas con “intereses” que a veces son “antagónicos” dentro de un mismo equipo.
“Veo el fútbol contemporáneo y a veces no sé bien de qué estamos tratando. Sí, este deporte todavía tiene los vestigios de la ética del fútbol original, su romanticismo, pero yo prefería llamarlo hoy el deporte del ‘negocio ganador’”, dijo en una entrevista divulgada este miércoles por la Federación de Catar.
En la entrevista, con motivo de su 70 cumpleaños y sus 40 años de carrera, el ex entrenador del Real Madrid explicó que antes se creaban primero los trofeos y las competiciones y después las plusvalías financieras, mientras que en la actualidad es al contrario.
“Por eso el fútbol internacional de selecciones y clubes corre graves riesgos. Al principio se entrenaba a héroes ingenuos y románticos. Después comenzamos a llamarles profesionales. Más adelante comenzamos a entrenar millonarios. Hoy entrenamos auténticas empresas, con intereses diferenciados y a veces hasta antagónicos en el mismo equipo”, señaló.
También consideró que los entrenadores perdieron importancia, “a veces por su propia culpa”, porque cedieron espacio y “territorio de intervención” a los agentes y a los medios. Aun así, defendió que a los técnicos les compete “trabajar el progreso, defendiendo y promoviendo al mismo tiempo ese concepto sublime de triunfar en equipo, y al mismo tiempo velar por la ética fundamental del deporte”.
A nivel de entrenamiento, el desafío actual es “el cerebro y todo lo que tiene que ver con la toma de decisión del jugador, desde la formación a la alta competición”, manifestó. “Los nuevos descubrimientos de la ciencia en el estudio del cerebro abren nuevos caminos en el entrenamiento y consecuentemente en el juego y la competición. Un ejemplo es todo el potencial innovador del entrenamiento virtual”, explicó.
Tres momentos en sus cuatro décadas de carrera
Queiroz, nacido en Mozambique pero de nacionalidad lusa, destacó tres momentos de sus cuatro décadas de carrera, el primero el Mundial del 66, que tuvo impacto en su juventud, “sobre todo por el ejemplo y contribución de los mozambiqueños en la selección de Portugal”.
También la cita mundialista de 1982: “Tuve la oportunidad de contribuir con mi humilde trabajo a Tele Santana y Moraci (seleccionador y auxiliar técnico de Brasil), al dar los primeros pasos en el mundo de los ojeadores y análisis de adversarios para aquella fantástica selección”.
Por último, recordó la conquista del primer Mundial sub20 con Portugal. “Estos tres momentos definen el perfil de mi carrera. Pero de todos, el marco más importante de mi vida es mi padre, también jugador y entrenador”, afirmó.
Queiroz asume ahora las riendas de la selección de Catar, tras pasar por los combinados nacionales de Portugal e Irán, ambos en dos etapas, Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica, Colombia y Egipto.
“Este desafío es también un tributo a la gratitud por todo lo que el fútbol proporcionó a lo largo de estos 40 años. Refiero experiencias y vivencias humanas, sociales y culturales, únicas, que pude atravesar. Puedo decir que, gracias al fútbol, soy hoy alguien con mundo”, concluyó.