La Comunidad de Madrid rectifica y adelanta un mes la vacunación de los científicos olvidados

La Comunidad de Madrid ha decidido adelantar la vacunación de los 150 trabajadores del CSIC —el mayor organismo público de ciencia en España— que llevan meses trabajando expuestos al coronavirus sin recibir la vacuna, según confirma un portavoz de la Consejería de Sanidad. Los investigadores, tras quejas oficiales y denuncias públicas, habían logrado ser citados para la primera dosis alrededor del 1 de mayo, pero la polémica generada por esta tardanza ha hecho que las autoridades madrileñas rectifiquen y reajusten la agenda. Los científicos, que serán vacunados desde este mismo jueves, recibirán la inyección de Pfizer o la de Moderna, por lo que no se verán afectados por la decisión del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas de suspender temporalmente el uso de la vacuna de AstraZeneca en los menores de 60 años.

Los trabajadores del Centro Nacional de Biotecnología y del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas —ambos en Madrid— serán los primeros en vacunarse, según detalla un portavoz del CSIC, al que pertenecen estos institutos. En el Centro Nacional de Biotecnología se encuentran dos de los laboratorios que desarrollan vacunas experimentales contra la covid: el dirigido por Mariano Esteban y Juan García Arriaza y el capitaneado por Luis Enjuanes e Isabel Sola. “Los científicos que estamos trabajando día a día con el SARS-CoV-2 deberíamos estar vacunados hace meses, pero la Comunidad de Madrid no lo considera prioritario. ¡Lamentable! ¡Pésima gestión! Necesitamos que se acelere el proceso”, denunció García Arriaza el 31 de marzo. El investigador ha sido citado para vacunarse este jueves por la tarde, casi un mes antes de lo previsto inicialmente.

El personal del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, también en la capital, comenzará a vacunarse a partir del próximo lunes. En este instituto trabaja el virólogo Antonio Alcamí, uno de los científicos que inició la revuelta ante la falta de vacunación. “Parece que ha servido para algo”, celebra Alcamí, que a sus 60 años ha estado trabajando con coronavirus en un laboratorio de alta seguridad y en zonas contaminadas de hospitales, sin estar vacunado. Según este virólogo, fue el Servicio de Prevención del CSIC el que acució a la Comunidad de Madrid a adelantar las inyecciones. El portavoz de la Consejería de Sanidad afirma que fue una decisión de la dirección general de Salud Pública. El Real Decreto 664/1997 impone que los trabajadores expuestos a patógenos tengan acceso a las vacunas pertinentes.

Los virólogos Luis Enjuanes e Isabel Sola, en el Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid, el pasado junio.
Los virólogos Luis Enjuanes e Isabel Sola, en el Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid, el pasado junio.Álvaro García

El Ministerio de Sanidad, el CSIC y la Comunidad de Madrid han ofrecido a EL PAÍS versiones contradictorias sobre la falta de vacunación de los científicos expuestos al coronavirus. El CSIC argumentó que el personal investigador no aparece como colectivo prioritario en la Estrategia de vacunación frente a covid en España, aprobada por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Una portavoz del Ministerio de Sanidad defendió que su organismo sí recomienda priorizar la vacunación de los profesionales que trabajan en “laboratorios donde se manipulan muestras que potencialmente pueden contener virus viables”. La Comunidad de Madrid aseguró que el retraso se debió a un fallo burocrático —unos listados incompletos— ajeno a la Consejería de Sanidad. La campaña de vacunación en España se inició el 27 de diciembre de 2020 con Araceli Hidalgo, de 96 años, residente en un geriátrico de Guadalajara.

Los 150 investigadores del CSIC en la Comunidad de Madrid no son los únicos que llevan meses trabajando expuestos al coronavirus y sin vacunarse. Un portavoz del CSIC señala que hay al menos otros 50 trabajadores en centros de fuera de Madrid, como el Instituto de Biomedicina de Valencia y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, en Murcia. La investigadora Pilar Marco, del Instituto de Química Avanzada de Cataluña, también denunció hace una semana que tenía líneas de trabajo paradas ante la falta de vacunación de su grupo. Su laboratorio desarrolla pruebas de diagnóstico rápido, esenciales para combatir la pandemia. Marco explica que siguen sin ser citados.

Tres trabajadores del Instituto de Salud Carlos III —el principal organismo público de investigación biomédica en España— critican de manera anónima que en sus centros también hay personas sin vacunar que tienen que manipular muestras de pacientes. Un empleado del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) —una fundación perteneciente al Instituto— calcula que un centenar de personas trabajan en su sede, en Madrid, con muestras de hospitales, sin haber sido vacunados.

Un portavoz del Instituto de Salud Carlos III explica que sus miembros, en general, están incluidos en el grupo 3 de la Estrategia de vacunación, al no estar en contacto directo con enfermos de covid, por lo que serán vacunados tras los grupos 1 y 2, compuestos por personas en alto riesgo. “No obstante, los trabajadores que están trabajando directamente con muestras con elevada carga viral de covid, así como los de salud laboral, ya han sido vacunados tras contactar con la Comunidad de Madrid”, afirma el portavoz. El organismo espera vacunar a todo el personal restante, unos 900 trabajadores, en mayo. Una portavoz del CNIO subraya que, además de personal en contacto con muestras humanas, el centro hace una labor de formación y docencia. “Hemos solicitado a la Comunidad de Madrid que los investigadores del CNIO estén incluidos como grupo prioritario de vacunación”, detalla la portavoz.

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