Parece que Marco Asensio ya ve la luz al final del túnel. El pasado 24 de julio, en el amanecer de la pretemporada, el delantero mallorquín sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de su rodilla izquierda durante un partido amistoso en Washington contra el Arsenal, el segundo que disputaba el Madrid en tierras americanas.
Dos semanas después, se operó en Madrid y entonces arrancó un tortuoso proceso de recuperación que está entrando en su recta final. Asensio
empezó a entrenar en solitario en el césped el pasado mes de enero y, según publica el diario El Mundo, las últimas pruebas a las que ha sido sometido revelan que la recuperación va a buen ritmo.
Si no hay contratiempos, el mes que viene ya podría entrenar al mismo ritmo que sus compañeros y en abril podría producirse su ansiado retorno a los terrenos de juego. Justo en el momento clave de una temporada que empezó truncada para el versátil atacante balear, uno de los puntales sobre los que el Madrid quiere edificar su futuro.
Zidane, muy pendiente
Según las citadas informaciones, Asensio trabajó a conciencia para empezar a tope esta temporada, con apenas una semana de vacaciones y renunciando a la disputa de la Eurocopa Sub-21 para estar centrado 100% en el club blanco. A pesar de las ofertas que la entidad recibió por el mallorquín (todas superiores a los 140 millones de euros) el Madrid siempre lo ha declarado intransferible.
Zidane, además, ha seguido muy atentamente la recuperación de su pupilo, que dedica más de ocho horas al día al cuidado y fortalecimiento de su rodilla. El objetivo del jugador es estar preparado para ayudar al equipo en el tramo decisivo del curso y apurar sus opciones de ir a los Juegos Olímpicos de Tokio o a la Eurocopa.
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