La curiosa confesión de Jane Fonda: “Todo el mundo me enviaba vibradores. Tendrías que ver el cajón de mi mesilla de noche”

by

in


Si por algo se caracteriza Jane Fonda desde que comenzó su carrera, hace ya más de 60 años, es por su absoluta sinceridad. La actriz, ganadora de dos premios Oscar (y nominada en un total de siete ocasiones), nunca ha tenido pelos en la lengua a la hora de hablar de feminismo, ecología, relaciones paternofiliales —cabe recordar que su padre fue la estrella de la pantalla Henry Fonda— y, por supuesto, de sexo. La intérprete de 84 años lo ha vuelto a hacer ahora, dejando uno de sus jugosos titulares al recordar una anécdota reciente.

Uno de los últimos trabajos de Jane Fonda ha sido el de meterse en la piel de Grace Hanson en la serie Grace y Frankie, que protagoniza junto a Lily Tomlin —de 82 años— y que ya lleva siete temporadas en Netflix. En ella, las dos mujeres descubren que sus dos maridos, compañeros de trabajo desde dos décadas, también son amantes. Una serie de humor que ha ido evolucionando (ha sido nominada a 13 premios Emmy) y donde ambas son las grandes protagonistas. En una de las tramas de la tercera temporada, las dos amigas montan una empresa de juguetes eróticos destinados a mujeres mayores. Y ahora, en un vídeo lanzado por la plataforma para despedir esa última temporada, Fonda ha contado que eso le ha traído curiosas consecuencias.

“Soy una gran fan de los vibradores”, comenta la actriz en el vídeo. Y, al rememorar aquellas secuencias, cuenta también lo que le pasó tras su emisión. “En Navidad, todo el mundo me enviaba vibradores”, explica la intérprete. “Es muy gracioso, tendrías que ver el cajón de mi mesilla de noche”, añade.

Los últimos capítulos de Grace y Frankie llegarán este viernes 29 de abril, con Dolly Parton como invitada especial en el último episodio. La serie se ha convertido en una de las pocas donde dos mujeres que ya no son jóvenes han logrado el protagonismo, algo muy poco común en el panorama de las emisiones actuales. La promoción de esta última entrega ha hecho que Fonda conceda varias entrevistas muy interesantes, donde ha hablado, entre otras cosas, de la figura de su padre. Hace unos días contó que una de las experiencias más importantes de su vida fue producir la película El estanque dorado, en la que actuaban Henry Fonda y ella interpretando también a un padre y su hija.

“Mi padre estaba enfermo y sabía que no iba a vivir mucho más tiempo. Hacer esa película fue una manera de abordar nuestra complicadísima relación”, explicaba hace unos días en Vanity Fair. “Trabajar con mi padre era como vivir con él: no recibías mucha información. No hablaba demasiado. No quería que le molestaran. Pero siempre notabas su presencia”, reflexiona. “Ponte en mi lugar. Yo era una hija que veneraba totalmente a un padre que nunca verbalizaba amor ni afecto, que era extremadamente reprimido. Y entonces consigo producir su película y actuar a su lado. Y consigo que el guion nos haga decirnos cosas que jamás hubiésemos sido capaces de decirnos en la vida real. Y esa película nos reconcilia. Y no solo eso: esa película que yo produzco le acaba dando un Oscar. Estoy tan agradecida de haber tenido esa oportunidad. Murió cinco meses después, pero tengo esa película. Tengo esa experiencia con él”.


Source link