Benjamin Lecomte es el último nombre en sumarse a la lista de candidatos a ocupar la portería del Espanyol este curso, para cubrir el hueco dejado por Diego López. El francés, propiedad del Mónaco, aterrizaría en el RCDE Stadium tras una temporada en blanco en el At. Madrid, a la sombre del casi insustituible Jan Oblak.
La estadística de Lecomte de colchonero se resume rápido en esos cero minutos de que disfrutó como rojiblanco, ya fuera en Liga, Copa, Champions… Sin embargo y pese a no jugar ni un segundo, hay una estadística que el francés sí estreno en su etapa en el Wanda.
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Y es que Lecomte se fue con una tarjeta amarilla en su expediente disciplinario. La vio en el encuentro de la 24ª jornada liguera, en la que el Atlético se impuso al Getafe por un ajustado 4-3 en feudo rojiblanco tras un partido de innumerables alternativas.
A los 13 minutos de aquel partido, Lecomte fue amonestado por De Burgos Bengoetxea, colegiado del encuentro, por “en condición de suplente, formular observaciones en señal de disconformidad a una de mis decisiones desde el área técnica”. O sea, lo que vendría a ser una protesta de toda la vida.
Aquella amarilla no tuvo consecuencia alguna, más allá de la correspondiente multa que, reglamento en mano, supuso para el guardameta galo. Pero sí sirvió para no dejar en blanco todas las estadísticas de Lecomte en el año de su estreno en LaLiga.