Las ausencias de Sergio Ramos y Dani Carvajal ante el Alavés por sanción tras recibir ambos la quinta amarilla en el duelo ante el Athletic obligará a Zinedine Zidane a improvisar soluciones en la retaguardia de cara a la próxima jornada.
A las bajas del capitán y del lateral, hay que sumar también la de Nacho Fernández, que arrastra una lesión muscular desde principios de junio que le ha impedido participar desde el regreso de la competición. Raphael Varane, por su parte, se perdió el duelo en San Mamés por problemas cervicales tras recibir un balonazo en el choque ante el Getafe la semana pasada que le obligó a abandonar el terreno de juego a la media hora. El francés, salvo sorpresa de última hora, regresará al once en el estadio Alfredo Di Stéfano acompañando a Eder Militao, que rindió a buen nivel en La Catedral.
La pareja Militao-Varane formará el eje de la zaga del Real Madrid por séptima vez esta temporada. A pesar de que su estreno fue catastrófico, con la goleada del PSG en el Parque de los Príncipes en la primera jornada de la fase de grupos, el Madrid no ha vuelto a perder con ellos dos en defensa.
Emergencia en el lateral derecho
Los mayores problemas para Zidane de cara al choque del viernes están en la posición del lateral diestro, donde el técnico francés no podrá contar con Carvajal ni con Nacho. Ante la ausencia de un lateral derecho suplente (Odriozola está cedido en el Bayern de Múnich hasta final de temporada), el entrenador podría optar por ubicar a Lucas Vázquez en la retaguardia, una fórmula que empleó contra el Bayern de Múnich en el partido de vuelta de semifinales de la Champions en 2018.
Otra solución podría pasar por poner a pierna cambiada a Mendy, que ya ocupó la orilla derecha en la segunda parte contra el Eibar por unas molestias de Carvajal, sustituido al descanso.