La defensa del policía Chauvin enseña en el juicio un polémico vídeo de una detención a Floyd en 2019

La defensa del expolicía Derek Chauvin, acusado de asesinar a George Floyd, ha empezado este martes a llamar a los testigos y a presentar sus argumentos sobre las causas de la muerte del afroamericano el pasado 25 de mayo. Scott Creighton, un policía retirado de Minneapolis que arrestó a Floyd en mayo de 2019, un año antes del suceso, fue el primero en subir al estrado. “Su comportamiento fue muy nervioso, ansioso”, dijo el exagente. Pese a las protestas de los fiscales, la defensa del acusado enseñó un vídeo de aquella detención, en el que también se ve a Floyd alterado, rogando al agente que no disparase y bajo el efecto de las drogas.

El juez Peter Cahill recordó al jurado que la grabación tenía el único propósito de mostrar si había efectos físicos derivados de la ingesta de opioides en la salud de Floyd, “no para juzgar su carácter”, subrayó. Los fiscales intentaron con esmero que no se enseñara la grabación de la cámara que Creighton llevaba adosada al uniforme cuando detuvo a Floyd el 6 de mayo de 2019. Acusaron a la defensa de querer desprestigiar de forma “desesperada” el carácter de Floyd, que luchaba contra su “adicción a los opiáceos, como muchos estadounidenses”. El juez determinó que era relevante el vídeo “hasta cierto punto” y eliminó varios cortes.

En las imágenes, Creighton interactúa con Floyd, quien está en el asiento del copiloto dentro de un coche. El agente le pide que enseñe sus manos y el afroamericano, muy nervioso, le pide que no le dispare. Creighton se altera y le enseña su arma de fuego. Finalmente, varios policías sacan a Floyd del coche y lo esposan. El testigo dijo que Floyd “no respondía y no obedecía” sus órdenes.

A pesar de que había varios factores en común entre una detención y otra, como la resistencia del sospechoso o su ingesta de drogas, la Fiscalía aprovechó para demostrar la diferencia entre los desenlaces de los dos arrestos. “El señor Floyd no cayó muerto mientras interactuaba con él, ¿correcto?”, preguntó una fiscal. “No”, respondió Creighton. En 2019, los agentes buscaron atención médica para Floyd.

Después, la defensa de Chauvin llamó a testificar a Michelle Moseng, la paramédica que trató al afroamericano después de su arresto en mayo de 2019. Floyd le dijo que había estado tomando algún tipo de opioide “varias veces, cada 20 minutos” y otro cuando los agentes se acercaron a su coche.

“Inicialmente, negó tener problemas médicos, pero luego, cuando descubrí su presión arterial, le pregunté específicamente de nuevo y me dijo que sí, que tenía antecedentes de hipertensión y que no había estado tomando su medicación”, testificó Moseng. Los abogados de Chauvin buscan demostrar que el uso de drogas y una afección cardiaca fueron las causas de la muerte de quien se ha convertido en uno de los símbolos de la lucha racial y cuya muerte ha contribuido a espolear el movimiento Black Lives Matter. Sin embargo, las intervenciones de este martes podrían ser contraproducentes para los objetivos del acusado.

Durante dos semanas, la fiscalía ha convocado a casi 40 testigos para argumentar su tesis de que Derek Chauvin fue el responsable de la muerte de Floyd. El expolicía, de 45 años, se enfrenta a los cargos de asesinato en segundo y tercer grado y homicidio involuntario. Este martes fue la oportunidad de la defensa para contrarrestar los testimonios de las autoridades policiales que concluyeron que Chauvin violó el protocolo policial al hacer uso excesivo de la fuerza, y el de los médicos, que determinaron que la causa de la muerte fue la asfixia debido a la presión que ejerció el exagente sobre el cuello de Floyd.

Además del impacto de las drogas y la mala salud cardiaca del afroamericano, la defensa de Chauvin intenta achacar la reacción de su cliente al nerviosismo de los testigos que presenciaron la detención. Durante estos 15 días, su tesis ha sido que el expolicía se distrajo por los gritos de los presentes y sintió que estaba amenazado. Para reforzar esta idea, la defensa convocó a Peter Chang, el policía de Minneapolis Park que llegó a la escena del arresto de Floyd, pero que se quedó vigilando a los dos amigos y acompañantes, Shawanda Hill y Morris Hall, que iban con el afroamericano en el coche. Chang sostuvo este martes que la multitud congregada para presenciar el incidente tuvo un comportamiento “muy agresivo” y que, una vez que la ambulancia se llevó a Floyd, se quedó porque estaba “preocupado por la seguridad de los policías”.

En las imágenes de la cámara que llevaba Chang, que no se habían hecho públicas hasta este martes, se ve cómo al llegar a la escena, Floyd estaba vivo, esposado, sentado en la calle, deletreando su nombre a los agentes. Shawanda Hill, quien iba en el coche ese día junto a su amigo, testificó que el afroamericano parecía “feliz, normal, hablando, alerta” en la tienda donde pagó con un billete falso de 20 dólares. “Estaos quietos, no os gustará veros envueltos en esto”, dijo Chang a las dos personas que iban en el coche de Floyd antes de la detención.


Source link