La desbandada de inversores de GameStop pone a prueba a la guerrilla de foreros de Reddit


Los estados de ánimo de los mercados se han vuelto más cambiantes que las estaciones: la primavera forera que ha catapultado las acciones de la empresa de videojuegos GameStop, la cadena de cines AMC o la tecnológica BlackBerry puede dar paso a un invierno que deshoje el ímpetu de los pequeños inversores agrupados en el foro de Reddit WallStreetBets al ritmo en que las acciones caen y las cuentas corrientes pierden ceros.

Las últimas sesiones suman importantes desplomes en las apuestas bursátiles que les han hecho célebres, con GameStop y AMC cayendo este martes un 60% y un 40% respectivamente, lo que ha agrandado las dudas. Tanto en el foro como en los recientes grupos de Telegram y perfiles de Twitter a los que han extendido sus tentáculos aprovechando la notoriedad, que congregan a más de diez millones de seguidores, resuena una palabra instando a no dejarse llevar por el pánico: “Hold! Hold!” (mantener). Va acompañada de uno de los lemas sagrados del grupo: manos de diamante, una expresión con la que llaman a guardar la calma en medio de las vertiginosas variaciones de precio. Pocos atendían la petición este martes, una desbandada en toda regla. Aquel que invirtiera 10.000 euros en el pico de GameStop la semana pasada tiene hoy menos de 2.000 euros.

Pese al sálvese quien pueda, los más optimistas, relamiéndose todavía en el pulso sin precedentes que ha hecho perder miles de millones a fondos bajistas de Wall Street, insisten en que habrá nuevas oportunidades. ¿Será la nueva normalidad ver cómo los pequeños se convierten en un actor más del mercado, o son solo un viento pasajero? David Pascual Ezama, profesor de la Universidad Complutense experto en comportamiento económico, no les augura un gran futuro. “Si hay grandes fondos que se organizan para tirar por los suelos y quebrar empresas, sería sensacional que hubiera un movimiento social digital que se organice para lo contrario, darle valor a las empresas que son atacadas por los bajistas. Sin embargo, soy pesimista al respecto. Quizás en el corto plazo. Quizás de vez en cuando, pero los poderes fácticos se encargarán de que los políticos legislen para evitar que pueda haber estos movimientos en contra de sus intereses especulativos”.

¿Perdurará este fenómeno?

Geraldine Sundstrom, de PIMCO, cree que no está claro cuánto tiempo más continuará la conmoción y las réplicas. La gestora de fondos, una de las más grandes del mundo, advierte de que el golpe de los foreros no se circunscribe al pequeño grupo de acciones que colocaron en la diana, sino que hubo efectos colaterales en todo el mercado. “Los vendedores en corto, una vez que se enfrentan a tales pérdidas y a una sola partida de la cartera que desborda el capital de su fondo, no tienen más remedio que liquidar otras partes de la cartera para conseguir efectivo y pagar la pérdida”. Eso provocó una oleada de ventas en valores sin más razón que proporcionar liquidez a los fondos bajistas. Además, los inversores más conservadores salieron del mercado por la volatilidad, generando nuevas ventas.

Las redes sociales están en el punto de mira. Han sido empleadas para prender la mecha de movimientos políticos muy diversos. La primavera árabe, los indignados españoles, las protestas contra el presidente turco Erdogan, o las revueltas callejeras en Brasil para exigir mejores servicios públicos son algunos ejemplos. También han servido para concertar acciones de boicot como la que sufrió Donald Trump en un mitin en Oklahoma, cuyos asientos fueron reservados a través de Internet por usuarios de Tik Tok y fans del K-pop sin intención de asistir. Solo para dejar al entonces presidente hablando ante un auditorio semivacío.

Pero los usuarios de las redes habían pasado hasta ahora de puntillas por la industria financiera. Los foros de Bolsa llevan años existiendo como lugar de encuentro donde pequeños inversores intercambian ideas y aprenden unos de otros. Pero nunca se había gestado una acción coordinada de esta magnitud. Dos factores han resultado imprescindibles en su éxito. En primer lugar, el tamaño: no cualquier foro es capaz de mover una acción. WallStreetBets, con más de ocho millones de miembros, puede. Y segundo, el objetivo elegido: cualquier intento de mover la cotización de gigantes como Apple, Amazon o Google culminaría en un fracaso estrepitoso, pero la alta presencia de bajistas en GameStop hizo que la arremetida provocara una estampida para cortar las pérdidas que fue determinante para los fines de los foreros.

El sevillano Enrique Moris, de 27 años, trader profesional que imparte cursos de Bolsa, fue uno de los que aprovechó la volatilidad para hacer operaciones intradía en GameStop, en las que afirma haber sacado más de 3.000 euros. ¿Cree que estos grupos seguirán alterando el mercado? ¿Han llegado para quedarse como un largo dolor de cabeza para los inversores bajistas? “En mi opinión hay argumentos para pensar que sí y que no. Por un lado, el fenómeno GameStop ha hecho que mucha gente se organice para intentar mover valores, y lo seguirán intentando a pesar de todas las barreras que les pueda poner la SEC [el regulador del mercado en EE UU] o el bróker Robinhood al bloquear las compras. Han visto que han ganado mucho dinero y eso provocará un efecto llamada. Pero por otra parte, este caso se ha dado en un escenario específico donde había gran cantidad de fondos especuladores apostando en corto contra GameStop. Y a raíz de ver todo lo que se ha organizado en Reddit varios de esos fondos han anunciado que no van a publicar u operar más sus cortos. Un escenario tan idílico para que germine de nuevo se va a dar en pocas ocasiones porque los grandes fondos institucionales tendrán más cuidado si cabe con todo lo que hagan”.

Los cambios de humor del mercado son bruscos. Tras la euforia por la victoria bursátil afloran ahora las dudas. Y en Reddit tratan de evitar que el pánico se afiance como el siguiente sentimiento del ciclo de emociones fuertes instigado por el peculiar ejército de pequeños inversores que se ha convertido en la pesadilla de Wall Street con solo mover a la vez sus ahorros mientras teletrabajan o permanecen recluidos en casa por la pandemia.


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