La vida durante este tiempo se asemeja a la ascensión de un coloso. La dureza de la cuesta se multiplica para todos aquellos que no son consumados escaladores. Igual que una cuarentena que viaja por su kilómetro 45. Mes y medio de indeseable peregrinaje del que nadie es especialista. Como para un sprinter pedalear, a duras penas, Tourmalet arriba. La cima se distingue codificada en la lejanía, parece resistirse, pero en el fondo, está. De ahí que uno de los términos de moda, la desescalada gradual, suene a música celestial en pleno estado de alarma. Nadie quiere que un avance precipitado sea un paso en falso. La Real ha ido adoptando medidas similares mirando al futuro con Ander
Barrenetxea.
La sensación temporal evoca a que el debut en el primer equipo de Barrenetxea fue un asunto del pasado (diciembre de 2018). Han acaecido infinidad de acontecimientos desde entonces, pero se trata de un joven valor de 18 años: todavía se encuentra en la primera fase de su crecimiento.
Barrenetxea cumple su temporada inaugural como miembro del primer equipo a todos los efectos. Hoy se cumple un año desde que protagonizó su primera aparición estelar en la Real. 28 de abril de 2019. Victoria txuri urdin contra el Getafe en Anoeta (2-1). Segunda vez que la perla de Zubieta salía como titular. Aún le correspondía ficha del Sanse. No jugó el partido íntegro porque fue relevado por Juanmi en el minuto 91, entre los vítores que le dedicó la grada.
Posicionado en el ala derecha del ataque, a Barrenetxea le duró la timidez lo que tardó Imanol
Alguacil en animarle para que su talento explotara. Una primera mitad discreta dio paso a una colección de regates a su par, desmarques, carreras y defensa a destajo que lanzaron a la Real en la segunda parte de aquella contienda. Barrenetxea fue el autor de la jugada que terminó en un 2-0 que completó Oyarzabal. Anoeta acababa de conocer a uno de los dueños de su futuro.
La brillante tarde de Barrenetxea fue asimismo la segunda titularidad del guipuzcoano en el primer equipo. Antes sólo había salido de inicio en un 1-1 contra el Eibar en Anoeta. Un año después, el juvenil realista sólo contabiliza dos encuentros enteros, del primer minuto hasta el último, ambos en Copa, ante Becerril y Ceuta.
Una maniobra de calado
Ander
Barrenetxea ha participado en 27 partidos oficiales de la Real recién alcanzada la mayoría de edad. Los nueve de Liga que sumó en la 18/19 han dado paso a los 18 que contabiliza este curso entre el ejercicio doméstico y la Copa. Precisamente en el camino a la final contra el Athletic se ha destapado con tres goles, dos asistencias y diversas píldoras a modo de genialidades, como por ejemplo la jugada que brindó en el Bernabéu y que derivó en el 0-2 de Isak.
Las maniobras que trace la dirección deportiva con Barrenetxea serán de calado. Por su edad y todo el talento que atesora, que demanda minutos de competición. La competencia que tenga por el puesto marcará los tiempos, con Oyarzabal al mando, Januzaj entre interrogantes y Merquelanz, a priori, de vuelta.
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