En un ambiente enrarecido, con una dolorosa derrota ante el Borussia Dortmund, Julen Lopetegui, el entrenador que ganó la sexta Europa League para el Sevilla y logró tres clasificaciones consecutivas para la Champions, se despidió del club andaluz de la forma más rocambolesca. Preparó un partido sabiendo que ya estaba destituido y que su sustituto, Jorge Sampaoli, venía en un avión desde Argentina para hacerse cargo del equipo ya este jueves, y se encontraba con un rival que, como todos los que se ha encontrado en esta campaña, horadaban su endeble defensa como un cuchillo caliente en un bloque de mantequilla.
Los sevillistas se iban al descanso con un 0-3 inapelable, con la afición estallando contra el palco y la gestión de José Castro y Monchi y coreando el nombre de Lopetegui, a quien tanto antes habían criticado y que ahora lo señalaban como el menos responsable de una descomposición que parece no tener final. El equipo que va a heredar Sampaoli prácticamente tiene descartado entrar en octavos de final, con un solo punto sumado en tres jornadas y peleará por entrar en la Europa League.
Y eso que el Sevilla no mereció tanto castigo. Los problemas llegaron en una defensa en la que dos centrales eran canteranos, Carmona y Salas, y un tercero es un medio centro, Gudelj. Cada vez que los alemanes se acercaban al área pescaban y se encontraban con dos jugadores cuya velocidad desarbolaba a los locales, Adeyemi y Bellingham, que convertían en oro todo lo que tocaban.
A los seis minutos ya perdía el Sevilla, en una gran jugada de Guerreiro y un zapatazo que sorprendía Bono. El mazazo era tremendo para una afición dispuesta a ayudar a su equipo y a su entrenador lo que hiciera falta. Seguidamente En-Nesyri tenía una gran ocasión, pero solo ante Meyer, estrellaba el balón en el cuerpo del meta alemán, que se le apareció al marroquí en todas las pesadillas. El de Fez incluso pudo ser expulsado al frenar una contra y hacer falta a Ozcan cuando se colaba solo. Vio la roja, pero el VAR invalidó la acción por falta a Jesús Navas. Eran los mejores momentos del Sevilla, aunque cada pérdida era una ocasión de los alemanes a la contra. En-Nesyri se topaba otra vez con Meyer en un remate de cabeza cuando se cantaba gol y Carmona fallaba solo en un córner. Y fue así, cuando mejor estaban los de Lopetegui llegaron dos chispazos del Dortmund para sentenciar antes del descanso en dos minutos. Bellingham y Adeyemi hacían estallar con sus goles al público del Sánchez-Pizjuán, que cantaba “Pepe Castro dimisión” y “Julen, quédate” en el camino de los jugadores al descanso.
En la segunda parte salió otro Sevilla, enrabietado, sobre todo porque no merecía tanto castigo. Con los argentinos Lamela y Montiel empujando desde el banquillo, En-Nesyri volvió a meter a su equipo en el partido con un gol de cabeza y a partir de ahí los de Lopetegui lo seguirían intentando, pero chocarían con el muro del equipo renano, que sentenció con un el cuarto en un cabezazo de Brandt. De ahí al final todas las miradas hacia un Lopetegui que se despidió con lágrimas y coreado por todo el estadio. Mientras, Castro aguantaba en el palco la mitad hacia su figura.
FICHA TÉCNICA
Sevilla: Bono (2); Jesús Navas (1) (Montiel, 46’, 2), José Ángel (2), Kike Salas (2), Alex Telles (2); Gudelj (2), Joan Jordán (2) (Dolberg, 74’, 2), Rakitic (2) (Delaney, 62, 2); Suso (1) (Lamela, 46’, 2), Isco (2) (Papu Gomez, 62’, 2) y En-Nesyri (3).
Ent. Julen Lopetegui (2).
Borussia Dormund: Meyer (4); Meunier (2), Sule (3), Schlotterbeck (2), Guerreiro (3); Can (3), Ozcan (3) (Papadopoulos, 85’, sc); Adeyemi (4) (Malen, 65’ 3), Brandt (3) (Hazard, 85’, sc), Bellingham (4) y Moukoko (3) (Modeste, 80’, sc).
Ent. Edin Terzic (3).
Árbitro: Maurizio Mariani (italiano) 3