A medida que el fútbol femenino va ganando terreno en visibilidad, aficionados e interés de medios y patrocinadores, se hace más patente la diferencia abismal que todavía existe en los premios que reciben las futbolistas en las grandes competiciones. Así, la distancia entre lo que cobran los ganadores de la Champions masculina y femenina es realmente abismal, tal como apuntan las últimas cifras facilitadas.
Las mujeres cobraron en la pasada Champions cien veces menos que los hombres. Si el campeón masculino, el Real Madrid, ingresó la temporada pasada un total de 133,709.000 euros, el campeón femenino, el Olympique de Lyon, apenas llegó a los 1,460.000 euros.
Lo mismo ocurre en el reparto de dinero para los clubs que alcanzan distintas fases de la competición. En categoría masculina, ganan por su participación en rondas previas cinco millones de euros y por estar en la fase de grupos un mínimo de 15,640.000 euros. En caso de acceder a octavos de final, se suman 9,600.000 euros, pasando a los 10,600.000 para quienes pasan a cuartos, 12,500.000 para los semifinalistas, 15,500.000 para el subcampeón y 20 millones de euros para el campeón.
Por contra, en categoría femenina la distancia es inmensa. En la primera ronda de la fase previa, los anfitriones reciben 30.000 euros y los visitantes 65.000. En la segunda previa, el ganador de la eliminatoria recibe 100.000 euros y el perdedor 140.000. Los 16 equipos clasificados para la fase de grupos tienen asegurada la suma de 400.000. Posteriormente, en cuartos ingresan 160.000, los semifinalistas 180.000 euros, el subcampeón 200.000 y el campeón 350.000 euros.
Lo mismo ocurre en los Mundiales. Si bien la FIFA triplicó los premios para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, alcanzado así los 150 millones de euros a distribuirse entre las 32 selecciones participantes, quedan lejos de los 440 millones que se dieron en el Mundial de Qatar 2022.