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La digitalización de la mediana empresa, clave para la recuperación económica


La digitalización ha pasado a ser clave para la sociedad en general y, para las empresas, en particular. No obstante, antes de la llegada del coronavirus, solo el 14% de las compañías tenían un plan tecnológico, lo que ha reducido su capacidad de reacción y de respuesta ante la crisis económica, según Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa).

Lo cierto es que la pandemia ha obligado a muchas compañías a cerrar por la caída de la actividad y ha puesto de manifiesto, aún más si cabe, la importancia que tiene para los negocios de tamaño medio incorporar a sus procesos las últimas tecnologías (nube, big data, soluciones de gestión, blockchain, internet de las cosas…). Porque la digitalización ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad. Si las empresas quieren sobrevivir y ser más productivas en un mundo tremendamente competitivo, es esencial progresar en la modernización de los negocios; se trata de un profundo cambio cultural.

Uno de los motivos por los que las empresas medianas deberían situar la innovación como una de sus principales líneas estratégicas para desarrollar sus modelos de negocio, es poder aspirar a convertirse en líderes de su sector, seguir creciendo y poder ejercer influencia en su entorno geográfico a través de la creación de ecosistemas de valor.

La digitivación, es un factor clave para la recuperación económica y puede contribuir a que el PIB de España crezca el 1,8 % más al año de aquí a 2025.

Dejar de ser, en definitiva, esos “campeonesocultos” (término acuñado en la década de los noventa por el economista alemán Hermann Simon). Y, para conseguirlo, no hay mejor herramienta que la tecnología orientada al desarrollo de nuevos productos y servicios o la mejora de los existentes.

“En la anterior crisis vimos un debate que renace ahora: el problema entonces fueron la banca y el ladrillo y hoy es la restauración y el turismo. Pero nosotros decimos que esto no va de sectores sino que va de digitalización. La recuperación económica vendrá, sí o sí de la mano de la digitalización”, subraya Luis Pardo, CEO de Sage España y Portugal.

Sin plan tecnológico

Un documento de PwC, publicado poco antes de la aparición del Covid-19, indicaba que para cierto tipo de compañías, como es el caso de las de tamaño medio, la digitalización podría suponer su supervivencia.

El informe EuropeanPrivate Business Survey 19, elaborado a partir de la opinión de más de 2.440 compañías de tamaño medio en la UE, revelaba que el 78% de las empresas medianas españolas entrevistadas, y el 65% de las europeas, consideraban como “muy relevante” la digitalización para su viabilidad en el largo plazo y, solo un 6%, pensaba que este aspecto no tendrá peso.

Sin embargo, la encuesta ponía también al descubierto una contradicción entre la importancia que se concedía a la transformación tecnológica y los recursos destinados a ella. Concretamente, en España solo el 22% de los consultados tenía previsto asignar en los próximos cinco años más del 5% de sus inversiones a las nuevas tecnologías.

Es posible, señala el documento, que en esta situación pueda influir la excesiva dependencia que las compañías medianas, tanto europeas como españolas, tienen de sus recursos propios a la hora de financiar sus procesos de digitalización. La financiación de la inversión en digitalización para el 75% de las españolas, y el 76% de las europeas, se hará con recursos propios y solo el 8% y el 7%, respectivamente, tiene previsto acudir a los mercados de capitales o al private equity.

Fondos europeos

Las ayudas de los Fondos Next Generation de la Unión Europea y el programa España Digital 2025, que incluye medidas para impulsar, durante los próximos cinco años, el proceso de transformación digital del país, de forma alineada con la estrategia digital de la UE, suponen una oportunidad única para las medianas compañías españolas, a la vez que ayudará a fortalecer el conjunto del tejido productivo. Sin la transformación tecnológica, los negocios de tamaño medio tendrán mayores dificultades para competir con los grandes porque no se habrán adaptado a las necesidades del cliente y a un mercado cada vez más complejo.

“Los fondos europeos solo pasan una vez en la vida. Es como un tren que España no puede perder… El tren de la digitalización y, por lo tanto, del futuro. Es necesario que el dinero de los fondos llegue a las pymes del país, porque suponen 99,8% de nuestro tejido industrial y emplean al 72% de la población”, señalan desde Sage.

Entre los elementos que indican el grado de digitalización empresarial, la pandemia ha incorporado el teletrabajo. En los últimos meses, España ha pasado de tener un 5% de teletrabajadores a un 34%, y se ha perdido en este tiempo el 18,5% del PIB. Pero muchas compañías no cuentan con una sólida presencia digital ni con la estructura necesaria para operar de manera virtual y resistir las medidas de confinamiento y la disminución del consumo, manteniendo la relación con sus clientes.

No obstante, la pandemia ha acelerado la incorporación de nuevas tecnologías porque las empresas se han dado cuenta de que sin ellas no podrán mantenerse a flote. Durante estos meses, marcados por la incertidumbre y el menor consumo, se ha visto cómo aquellas que abordaban su transformación digital para adaptarse a las circunstancias eran mucho más resilientes, experimentando una caída de ingresos hasta 10 puntos menor que aquellas que no lo hacían.

Sin duda, la transformación digital es una tendencia al alza. Se prevé que, en los próximos dos años, la inversión alcance los 49 millones de euros. Sus enormes beneficios están tras este impulso, pero para que el cambio llegue a todo el mundo, la incorporación de nuevas tecnologías en las medianas empresas, en los “campeones ocultos”, debe traducirse no solo en flexibilidad y productividad, también en sostenibilidad.

Tendencias

En este contexto, se sitúa el concepto de ‘digitivación’, acrónimo acuñado por Sage de las palabras digitalización y reactivación, irremediablemente unidas para hacer posible que las empresas salgan fortalecidas de la crisis. ‘Digitivación’ hace referencia al empleo de la digitalización y los entornos digitales para una reactivación económica más rápida y ágil, pero también más humana, flexible y sostenible.

Se trata de un enfoque holístico de la sostenibilidad, entendida como protección del medio ambiente, pero también del estado de bienestar, empleabilidad, condiciones laborales, acceso a la educación en igualdad y desarrollo pleno de las personas, explican desde Sage.

Y añaden: La digitivación, es un factor clave para la recuperación económica en el periodo poscoronavirus de nuestro país y puede contribuir a que el PIB de España crezca el 1,8 % más al año de aquí a 2025.

Eliminar papeleo

Las pequeñas y medianas empresas españolas pierden más de 35.000 millones de euros al año debido a la gran cantidad de tareas burocráticas y administrativas que repercuten negativamente en su productividad. Y la digitivación es la solución para agilizar esos procesos, innovar y contribuir a la recuperación económica del país.

Es el momento de relanzar la competitividad de ese selecto grupo de 23.907 campeones ocultos que tenemos en España, poco conocidos, pero que emplean a 2,3 millones de personas y cuyo papel dinamizador es primordial para salir airosos de la crisis originada por la pandemia. Son, además, responsables directos de los buenos resultados de exportación que registran sus países de origen.


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