La disputa entre Kamala y Pence, ¿algo de luz al final del túnel?

La disputa entre Kamala y Pence, ¿algo de luz al final del túnel?

Con un mensaje muy poderoso para la comunidad afroamericana, las mujeres, las minorías y la diversidad de Estados Unidos, tras el debate la compañera de fórmula de Joe Biden ha reencauzado el proceso electoral en lo inmediato, al cual le faltan largas y agónicas horas y días para llegar al 3 de noviembre y la transición de poder el 20 de enero del 2021.

Por Abelardo Rodríguez Sumano

El debate entre Mike Pence y Kamala Harris este 7 de octubre puso en el tablero de los Estados Unidos un contraste abismal entre lo que fue el desencuentro entre Donald Trump y Joe Biden el 29 de septiembre.

Tras el intercambio de posiciones, Kamala Harris demostró con claridad y fuerza que es presidenciable; una verdadera hazaña histórica al ser la primera mujer de color en la historia de ese país. Por lo pronto, es la compañera de fórmula de Joe Biden y ha reencauzado el proceso electoral en lo inmediato al cual le faltan largas y agónicas horas y días para llegar al 3 de noviembre y la transición de poder el 20 de enero del 2021.

La presencia de Kamala reanimó la contienda y fue un mensaje muy poderoso para la comunidad afroamericana, las mujeres, las minorías y la diversidad de ese país. En un momento en que el presidente Trump está guiñando el ojo a las organizaciones paramilitares neonazis y el racismo. El eje estratégico de la presencia de Kamala en el debate del 7 de octubre fue apostar a la mayor movilización posible que ya empezó desde septiembre hasta el día de la elección para emitir el sufragio y no caer en la provocación que está animando Donald Trump para buscar resolver la elección por la vía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Foto: Reuters

Ni Pence ni Kamala entraron al tema de los escenarios postelectorales y cifraron su discurso en la construcción de una victoria que se pudiera dar en las urnas. Sin embargo, el presidente Trump contradice a Pence con lo que ha venido manejando en las últimas semanas.

Kamala fue ágil, contundente y bien articulada emocional y políticamente para manejar su encuentro con el Vicepresidente Mike Pence. Incluso, lució mejor que Joe Biden y Donald Trump en el escenario político. Sin duda, este debate le agrega una energía nueva a la contienda en el marco de un contexto incierto delineado por el contagio de Covid-19 de Donald Trump y por la arenga antidemocrática señalada por el Jefe de la Casa Blanca de no apoyar una transición pacífica del poder.

El 7 de octubre, no hubo insultos personales y ofensas en fuego cruzado aunque sí discrepancias e inconsistencias que señalaremos más adelante. En suma, el debate fue un intercambio de ideas y visiones más civilizado; no dejó de ser tenso y áspero; sin embargo, imperó la posibilidad de contrastar proyectos, aciertos y desaciertos. Asimismo, Pence, no pudo respetar en la mayoría de intercambios el tiempo establecido para el debate como los marcajes de la mediadora Susan Page. Al grado que la conductora tuviera que aludir el respeto a las reglas del debate y la comisión de debates para buscar moderar al actual vicepresidente de Estados Unidos. De igual forma, Kamala lo detuvo y le dijo con claridad: “Estoy hablando”.

En cualquier caso, ambos no respondieron a algunos de los cuestionamientos y determinaron su estrategia en función de una agenda política ya determinada para presentar sus argumentos de cara al gran público estadounidense.

 

Covid 19

El encuentro gravitó en torno al Covid, el contagio de Donald Trump, las regulaciones para el nuevo debate, así como la alta tasa de defunciones en los Estados Unidos. Igualmente importante fueron el establecimiento de protocolos más estrictos para mantener la distancia social y evitar el contacto entre los debatientes.

En el arranque, la senadora por California soltó en el primer minuto el calibre de su ataque al actual gobierno de Estados Unidos: “La forma como Donald Trump y Mike Pence lidiaron con la crisis de coronavirus es el fracaso más grande de ninguna presidencia estadounidense”. Fueron las palabras para centrar el eje de sus argumentos. De igual forma, dirigió un mensaje a los votantes: “El 28 de enero el Presidente y el Vicepresidente fueron informados de la naturaleza de esta pandemia. Ellos fueron informados que es letal. En consecuencia, es aerotransportable y afectará a la gente joven… y no te dijeron”. Kamala Harris fue muy contundente en plantear que la Casa Blanca sabía del Covid-19 desde enero y no fue hasta marzo que actuó para intentar buscar salvar vidas.

 

Los refirió como incompetentes e irresponsables.

Pence se defendió y aseguró que la claridad de la respuesta de Trump tuvo que ver con el cierre de la frontera para China y Europa. Insistió que de no haberse tomado esa decisión por parte del presidente Trump, se habrían perdido miles de vidas más. No perdió la oportunidad para acusar a Biden de la Influenza HN1 en el 2009 cuando era vicepresidente de Obama. No obstante, Kamala arremetió en contra del vicepresidente por no seguir las regulaciones de la comunidad médica y las reglas de la sana distancia. Por último, Kamala aseguró que Biden seguirá las recomendaciones de la ciencia. Y Pence aseguró que es posible pensar que su gobierno contará con una vacuna para finales de este año; ese cruce de argumentos no consiguieron eco ni consenso de ningún lado del espectro político en las filas de los contendientes.

 

Cambio climático

Para Kamala, el cambio climático “es una amenaza existencial” a la vida de los seres humanos en general y para los estadounidenses en particular. Pence no comparte esa visión. Y mintió al asegurar que Trump es el presidente que más ha hecho por la protección del medio ambiente de Estados Unidos que ningún otro en la historia de ese país. Ambos candidatos se enfrentaron por el New Green Deal; la controversia es que Trump y Pence aseguran que ese es un proyecto de la izquierda radical para mitigar el cambio climático en Estados Unidos. En cualquier caso, la singularidad del debate es que el cambio climático se presenta como la segunda gran amenaza a la existencia humana, incluyendo los ecosistemas, los incendios y los huracanes. El debate, al igual que en el Covid, es el rol que la ciencia debe jugar en la toma de decisiones del presidente de Estados Unidos. Trump ha asegurado en diversas ocasiones que no tiene la paciencia para generar un proceso de toma de decisiones de la mano de la ciencia mientras que los demócratas aseguran que gobernaran junto a la comunidad científica.

Foto: Reuters

 

La economía

Una primera apreciación como en otros casos es el pago de los impuestos de Trump que fue presentado como un evasor, información revelada por The New York Times recientemente. En el plano externo, Kamala aseguró que la administración Trump perdió la guerra comercial con China y que el recorte de impuestos va dirigido para beneficiar a los más ricos. La senadora recordó también que Trump fracasó en impulsar un plan de infraestructura, mismo que no ha podido concretar. Sin embargo, Pence como Trump sostienen que la clave de su éxito está en la negociación de un nuevo TEC-MEC con México, Estados Unidos y Canadá. Argumento que sirvió para denunciar a Kamala por negarse a apoyar a los republicanos en esa agenda. Mientras que con China aseguró que es el primer gobierno en Estados Unidos en enfrentar abiertamente al Partido Comunista. Sobre la base de esos “logros”, los republicanos sostienen que han redoblado el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y relanzado la carrera especial; una labor que ha desempeñado fundamentalmente Pence. Para Kamala, las credenciales de Biden descansan en la recuperación de la crisis económica del 2009 que llevó a Estados Unidos a una recuperación financiera en esa época.

En cualquier caso, el nacionalismo económico de la administración Trump fue descarrilado abruptamente por la pandemia del coronavirus. Y los demócratas, buscan una vinculación que pueda traer de vuelta el liberalismo, el papel de la ciencia tanto en el cambio climático como en el manejo del virus para poder reencauzar un plan de salud universal y asegurar a los más vulnerables, en un marco recesivo y de crisis financiera y laboral por la pandemia.

 

En los temas de raza

Kamala fue mucho más contundente que Pence al defender con gran vehemencia los valores que le unen a Biden en la integración de una nación multirracial. Aseguró que esos valores son los que comparte con el líder demócrata al provenir de una familia de trabajo arduo.

Asimismo, clamó por un registro nacional de los oficiales con la finalidad de mantener un récord sobre su actuación y sobre la movilidad de su actuación.

El choque más claro entre el vicepresidente y la senadora fueron por la negación de Trump a condenar a la supremacía blanca. Pence sostuvo que no es el caso y la realidad es que Trump ha simpatizado y dialogado con el movimiento paramilitar como una posible base de apoyo en el caso de un conflicto post electoral. Por último, Kamala defendió que su sistema de justicia en California lo convertirá en un modelo en los Estados Unidos. Sin ninguna duda, en el 2020, las diferencias entre el Partido Republicano y el Partido Demócrata en el tema racial son plenamente antagónicas. La administración Trump está impulsando una ruptura en el sótano de la fábrica social mientras que los demócratas buscan rescatar y reconstruir las bases de la desigualdad social, la inequidad y la desintegración social y racial.

 

Foto: Reuters

La política exterior y la seguridad nacional

A Kamala Harris le falta experiencia en la agenda de política exterior. Se acercó desde el tema de las relaciones con el mundo exterior y la cooperación con los aliados. Sin embargo, su acceso al Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos le permite tener un termómetro de los aspectos álgidos y polémicos en materia de política exterior de la administración Trump. El más polémico: la presunta intervención de Rusia en el proceso electoral de Estados Unidos en el 2016 y en el 2020. De igual forma, condenó el acercamiento de Trump a Vladimir Putin y el rechazo de información de inteligencia del actual Jefe de la Casa Blanca.

China se presenta cómo el más serio rival de Estados Unidos en la actualidad. La administración Trump los responsabiliza de la actual crisis pandémica y aseguran que pagarán por esa afrenta al gobierno de Trump. Ahora bien, Mike Pence presumió las nuevas negociaciones con Israel para reducir el conflicto en el Medio Oriente mientras que Kamala se refirió con respeto a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en el mundo.

 

Conclusión

A estas alturas de la elección presidencial, resulta incierto si este debate tendrá suficiente impacto en la obtención de la victoria para el Partido Demócrata que sigue arriba en las encuestas. Sin embargo, el candidato Biden cuenta con una excelente compañera de fórmula en su camino a la Casa Blanca.

En el largo plazo, la estrategia del Partido Demócrata es conservadora; no obstante, aspira a la reconciliación nacional mientras que Donald Trump continúa con su travesía por conducir a Estados Unidos al precipicio. El 7 de octubre recuerda que no todo está perdido y que es posible que al final de la travesía impere la razón. No obstante, en la real politic muchas veces imperan las ambiciones más ocultas que la suma de valores y aspiraciones, pronto lo sabremos.

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Rumbo a la elección presidencial en Estados Unidos, el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana presenta, en Aristegui Noticias, un amplio monitoreo sobre las claves y desafíos que entraña este importante proceso. El Dr. Abelardo Rodríguez Sumano, quien ha dado seguimiento y estudiado las elecciones norteamericanas de 1992 a la fecha, conduce este ejercicio académico-periodístico.




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