La economía latinoamericana toma aire


La economía mexicana toma, por momentos, aliento después de meses de incertidumbre. Reflejo de ello era este martes el secretario [ministro] de Hacienda, Arturo Herrera. El máximo encargado de las finanzas públicas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador sonreía al comentar que, por primera vez desde 2016, la inflación se sitúa por debajo del umbral del 3% (2,9%), dentro del rango del Banco de México, que presumiblemente esta semana volverá a bajar las tasas de interés. Además, el auge de los precios del petróleo por la coyuntura geopolítica va a propiciar un alivio en los contorsionismos con los que Herrera tuvo que diseñar el presupuesto, que defenderá este jueves en el Congreso.

Unas cuentas que el secretario de Hacienda calificó este martes de “responsables” y que se centran en tres ejes para cumplir con las prioridades del Gobierno de López Obrador: la reducción de la desigualdad a partir de la implementación de programas sociales, de ahí la necesidad de inyectar recursos; mitigar el problema de la inseguridad que asola el país y dar un impulso a la petrolera estatal Pemex, tal como resumió Herrera en conversación con el director de EL PAÍS América, Javier Moreno, en el marco del foro ‘América Latina, Estados Unidos y España en la economía global’, organizado en Nueva York por EL PAÍS y la Spain-U.S. Chamber of Commerce.

Sobre el primer punto, Herrera incidió en la idea de que “México no es un país pobre, pero sí con mucha pobreza”. Lo ilustró, o recordó más bien Herrera, a partir del Índice de Desarrollo Humano de la ONU. El municipio con el IDH más alto es el de Benito Juárez, un barrio de la capital mexicana, que tiene los niveles de Suiza; el segundo, Miguel Hidalgo, alcanza los niveles del Reino Unido y el tercero, San Pedro Garza García, los de Israel. En el otro lado, Batopilas, en Chihuahua, Estado fronterizo con Estados Unidos, tiene los niveles de Eritrea, mientras que en algunos municipios de Oaxaca son equivalentes a Burundi.

Herrera justificó el incremento en la participación destinada a la seguridad por la creación de la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo -que otorga mayor control a los militares- creado por López Obrador y al que está previsto destinar 3.000 millones de dólares. No obstante, para el responsable de Hacienda, no se trata de un mero problema político, sino también implica la generación de oportunidades y de desarrollo económico y social. En el caso de Pemex, Herrera defendió la reciente inyección de 5.000 millones de dólares para pagar parte de la deuda de la petrolera estatal, cuya supervivencia ha sido una de las obsesiones del presidente mexicano desde que inició su sexenio, que ha calificado como la cuarta transformación de México.

El máximo responsable económico de López Obrador fue el primero de tres ministros latinoamericanos que intervino en el foro, patrocinado por Abertis, Baker McKenzie, BBVA, Telefónica, PwC y en el que colabora Iberia. En todas las conversaciones hubo una palabra que se repitió, en mayor o menor medida: recesión. En el caso de Chile, su responsable económico, Juan Andrés Fontaine, afirmó que no ve “nada en el horizonte” que apunte hacia una recesión a corto plazo en el país sudamericano. “Estamos lejos de 2007 y 2008. No veo los desequilibrios que había entonces”, incidió. En campaña, el presidente Sebastián Piñera (que le recuperó para la causa) prometió un crecimiento del 3% para los próximos años, algo que ahora parece lejano. Aun reconociendo que el frenazo económico global afectará a su país, Fontaine se mostró confiado: “La promesa sigue siendo elevar el crecimiento”, afirmó, al tiempo que reconoció que el futuro es “menos claro” por la ralentización de la economía global y la fuerte conexión de Chile con el resto del mundo. “Creo que tenemos herramientas para superar esta desaceleración. Somos un país estable y así lo reflejan nuestro bono a 10 años, que tiene el menor diferencial de todos los países emergentes”.

En una línea similar se mostró José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia: “No creo que vaya a suceder una recesión mundial, lo cual no quiere decir que no existan riesgos”, consideró Restrepo, quien realzó durante su intervención la agenda liberal del Gobierno de Iván Duque: “Tenemos una agenda clara en favor del crecimiento y de los inversionistas internacionales. Naturalmente deberíamos estar creciendo al 4%, 5% o 6%. Nuestro compromiso para ello es seguir atrayendo inversiones”. Preguntado por la posible integración, a futuro, de los dos grandes tratados regionales de libre comercio, la Alianza del Pacífico (de la que Colombia es miembro junto con Chile, México y Perú) y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) aseguró que todavía es pronto: “Paso a paso”. “La Alianza del Pacífico es una estrategia ganadora y ha permitido seguir avanzando en integración económica, pero tiene ocho años: es un niño que pasa ahora a la adolescencia. No digo que en 10 años no se pueda pasar a algo adicional, pero tenemos que ir paso a paso. Hay que ir consolidando los esfuerzos: cuando nos hemos anticipado, tratando de acelerar, hemos fracasado”.


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