La implementación de la entrega de drones ocurre a trompicones. Después de todo, hay una serie de obstáculos, tanto regulatorios como residenciales, que una empresa debe superar. Es por eso que todas las partes tienden a ser lentas y deliberadas. Si bien una innovación tan lenta no siempre es un signo de lucha, las empresas ciertamente también se han ocupado de eso, incluida Amazon, que inicialmente salió a tropezones.
Casi exactamente un mes después de anunciar sus planes para llevar las entregas a la ciudad de Lockwood, en el centro de California, la compañía presenta otra expansión. A finales de este año, Amazon agregará a la lista la base de operaciones de la Universidad Texas A&M de College Station. La compañía enumera las asociaciones con la escuela y la ciudad como una razón clave para la elección.
“Las nuevas instalaciones de Amazon presentan una gran oportunidad para que College Station esté a la vanguardia del desarrollo de la tecnología de entrega con drones”, dijo el alcalde Karl Mooney en un comunicado oficial. “Esperamos asociarnos con Amazon y Texas A&M y estamos seguros de que Amazon será un participante productivo, consciente y responsable en nuestra comunidad”.
No hay muchos detalles adicionales aquí, pero en los últimos meses, Texas se ha convertido en una especie de semillero para estas entregas de drones en etapas muy tempranas. En marzo, la startup israelí Flytex anunció que estaba probando entregas en Granbury, una ciudad de 10.000 habitantes ubicada en el área metropolitana de Dallas/Forth Worth. Al mes siguiente, Wing, propiedad de Alphabet, expandió sus operaciones a las ciudades cercanas de Frisco y Little Elm.
Si bien Amazon parece carecer de la ventaja inicial de Wing, la compañía tiene una cosa muy importante que los demás no tienen: una operación minorista masiva integrada.
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